Azuay | 12 hectáreas y 28 campamentos de minería ilegal fueron inhabilitados en un bombardeo
El Ejército bombardeó con artillería pesada por aire y tierra campamentos y bocaminas de minería ilegal en La Chonta, Cerro Negro y Tres Chorreras, cantón Pucará, provincia de Azuay. En la operación militar, denominada Tormenta de Fuego, se emplearon vehículos de artillería BM21, morteros de 81 milímetros, aviones de combate Súper Tucano y 1 500 soldados para maniobras de control, aseguramiento y rastrillaje de la zona de impacto.
Según el Ministerio de Defensa, la operación militar inició el 26 de octubre con la movilización de tropas y despliegue logístico de vehículos, aeronaves y armamento.
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El ataque inició cinco días después. La operación sigue en curso hasta que las Fuerzas Armadas recuperen el control total de las minas que habían sido tomadas por células vinculadas al grupo de delincuencia organizada Los Choneros, que además cometían delitos como tráfico de armas, droga, extorsión y secuestro, según informes de inteligencia militar.
Durante el bombardeo se inhabilitaron 12 hectáreas de minas ilegales, 28 campamentos y 22 bocaminas. Se decomisaron tres retroexcavadoras, procesadoras de material aurífero, combustible, armamento y equipos de comunicación.
Cuatro personas fueron detenidas. Para la supervisión de la ofensiva militar en contra de la minería ilegal en Azuay, la cúpula de las Fuerzas Armadas instaló en esa provincia un centro de mando y control.
Este bombardeo marca la segunda intervención militar de impacto a gran escala en contra del extractivismo. La primera se realizó en Buenos Aires, Imbabura, el 19 de octubre, en Mina Vieja, Mina Nueva, El Olivo y Esperanza de Río Verde.