La base militar de Monte Sinaí pasó de frenar invasiones a combatir el crimen organizado

A las 05:00, el movimiento de carros militares se intensifica en la Unidad Especial de Seguridad Sinaí en el noroeste de Guayaquil. Aquí están las tres fuerzas militares: naval, aérea y terrestre.

La base se ubica a un kilómetro de la población, y en medio de los cerros del distrito Nueva Prosperina, la zona más peligrosa de la ciudad donde viven medio millón de personas.

En el sitio hay desde oficinas, enfermería y áreas de alojamiento, hasta carpas para acomodar a más militares que llegaron luego de la masacre del 6 de marzo.

"La presencia militar se ha triplicado, y en ciertas, ocasiones se ha cuatriplicado. Se trabaja día y noche con el personal", menciona una autoridad militar.

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El destacamento militar fue instalado en el 2011 para frenar el tráfico de tierras, sin embargo la criminalidad obligó a cambiar sus funciones. Ahora los soldados combaten a las mafias, vinculadas a carteles mexicanos.

Los cabecillas de estos grupos se esconden en las zonas más abandonadas, donde las calles están dañadas y son de difícil acceso.

"Aquí se mantiene como si fuera un destacamento de frontera, con los mismos ejes de trabajo, con las demás ocasiones de seguridad. El personal no sale de aquí a sus casas todos sus días", comentó.

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Los militares ejecutan operativos conjuntos con la Policía Nacional. Desde hace un mes, mantienen un control diario en Socio Vivienda. Ahí ingresan a las casas en busca de fusiles, droga o delincuentes.

Según la Policía, desde la masacre no se han registado muertes violentas en el lugar. Sin embargo, a un kilómetro hay un basurero donde han encontrado cadáveres.

"Estarían cercenando cuerpos en otro lugar, pero los seguirían abandonando aquí para causar temor", anunció el policía.

En el destacamento militar se planifica las operaciones que se ejecuta en las 40 cooperativas tomadas por tres mafias que ahora están fraccionadas y mantienen una guerra sangrienta para tener el control.