La UBA rescató a perros y gatos que estaban encerrados en costales y expuestos al sol, en Chillogallo

Los funcionarios y técnicos de la Unidad de Bienestar Animal del Municipio (UBA) rescataron hoy, martes 27 de mayo de 2025, en el mercado Las Cuadras de Chillogallo, al sur de Quito, a ocho animales de compañía, cuatro perros y cuatro gatos, que se encontraban en condiciones precarias. En la intervención también participó personal del Cuerpo de Agentes de Control, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Policía Nacional.

Las mascotas se encontraban encerradas en costales, sin aire, expuestas al sol. Los gatos se acurrucaban intentando protegerse del calor. Sus cuerpos temblaban y sus maullidos se perdían en el bullicio del centro de abastos, mientras que los cachorros, también fueron retirados de los costales.

Los animales de compañía fueron retirados de la venta ilegal. El personal municipal notificó las infracciones económicas a quienes buscaban ponerlos a la venta y pidieron que se retiraran del lugar.

Los ocho animales de compañía fueron trasladados a los Centros de Atención Veterinaria, Rescate y Acogida Temporal (Cavrat) de la UBA. Allí serán evaluados por el personal veterinario, con asistencia médica y emocional, para luego buscarles un nuevo hogar.

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Las sanciones en la normativa

La comercialización de mascotas está prohibida y sancionada en el Distrito Metropolitano de Quito. La ordenanza municipal 095 establece que la venta ilegal de animales en la vía pública es una infracción muy grave, castigada con multas de hasta USD 4 700.

La venta de perros y gatos en los espacios públicos no es un negocio, indicó la UBA. Se trata de una cadena de sufrimiento que comienza con caninas y gatas obligadas a estar constantemente preñadas, en hacinamiento y con estrés.

La explotación constante de las hembras para la cría afecta gravemente su salud. Cuando una hembra tiene más camadas de las recomendadas para su bienestar, su cuerpo sufre daños como: anemia, osteoporosis por el desgaste de calcio, pérdida de dientes, y daños en órganos como riñones e hígado. Eso ocurre mientras son usadas para tener cachorros y gatos hacinados y vendidos en las calles.

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