Quito | El servicio de agua potable se restablecerá paulatinamente en seis parroquias
Los trabajos para retirar tierra y escombros, además de reparar la línea de conducción de agua tras el deslizamiento en el Antisana, comenzaron la tarde del 10 de julio. 600 mil metros cúbicos de tierra, equivalente a 24 piscinas olímpicas, cayeron sobre la línea de conducción que transporta agua cruda a la planta de tratamiento El Troje.
La caída de rocas y tierra dejó sin agua potable a seis de las 13 parroquias del sur de Quito: La Argelia, Quitumbe, Turubamba, Guamaní, La Ecuatoriana y Chillogallo, con más de 350 mil habitantes.
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La Empresa Pública de Agua Potable (Epmaps) activó un plan de contingencia, mientras, el COE Metropolitano declaró la emergencia en el territorio afectado.
Comenzaron los trabajos de reparación
Maquinaria pesada y más de 70 obreros trabajan sin descanso para retirar tierra y escombros, mientras que tanqueros de agua, apoyados por el cuerpo de bomberos de Quito, abastecen a hospitales, centros de salud y los barrios afectados.
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El material que cayó de la montaña bloqueó la vía de acceso, lo que dificultó la llegada de los equipos técnicos para iniciar las reparaciones.
El restablecimiento del servicio será paulatino y dependerá de la estabilización del terreno y del arreglo completo de esta infraestructura que abastece al sur de la capital.
Para ejecutar la reparación, es indispensable retirar al menos el 30 % de tierra y escombros, es decir, 180 mil metros cúbicos que equivalen a unas 18 mil volquetas, un esfuerzo logístico y técnico de gran magnitud.