Petrolera ecuatoriana recibe luz verde para explotar campo del Yasuní

Petrolera ecuatoriana recibe luz verde para explotar campo del Yasuní
22 may 2014 , 03:11
Redacción

El Ministerio del Ambiente de Ecuador firmó hoy la licencia ambiental que permite a la empresa petrolera pública, Petroamazonas EP, iniciar las actividades preparatorias para su operación en dos campos de la Amazonía, uno de ellos situado dentro de una zona de reserva de la biosfera.   La ministra del Ambiente, Lorena Tapia, firmó la licencia ambiental correspondiente al Estudio de Impacto Ambiental y al Plan de Manejo Ambiental del Proyecto de Desarrollo y Producción en los campos Tiputini y Tambococha.  

El Ministerio del Ambiente de Ecuador firmó hoy la licencia ambiental que permite a la empresa petrolera pública, Petroamazonas EP, iniciar las actividades preparatorias para su operación en dos campos de la Amazonía, uno de ellos situado dentro de una zona de reserva de la biosfera.

 

La ministra del Ambiente, Lorena Tapia, firmó la licencia ambiental correspondiente al Estudio de Impacto Ambiental y al Plan de Manejo Ambiental del Proyecto de Desarrollo y Producción en los campos Tiputini y Tambococha.

 

El campo Tiputini se encuentra fuera de los límites del Parque Nacional Yasuní, en tanto que Tambococha está dentro de esta reserva de la biosfera, cuya intervención petrolera es rechazada por grupos de ecologistas y sectores indígenas.

 

Una vez suscrito el documento, Petroamazonas EP "podrá iniciar las actividades preparatorias como la instalación de campamentos y la apertura de accesos", indicó el ministerio en un comunicado.

 

La licencia ambiental es el único documento que le permite a una empresa empezar a realizar actividades productivas, indicó el ministerio, la autoridad competente para la emisión de estos permisos tras cumplir varios requisitos, entre ellos, la aprobación de Estudios de Impacto Ambiental y la consulta a las comunidades.

 

Según el ministerio, se prevé "que hasta marzo de 2016 se obtenga el primer barril de petróleo del campo Tiputini".

 

Tapia defendió que su ministerio es "sólido, con toda la preparación y potencialidad para cuidar y conservar el área protegida más importante y mejor monitoreada del país".

 

En la zona, a los campos Tiputini y Tambococha se suma el Ishpingo y la anunciada explotación de los tres ha provocado reclamos de colectivos ciudadanos que exigen que se mantenga el petróleo bajo tierra para no dañar el medioambiente.

 

El ministerio no ha hecho referencia en su comunicado al campo Ishpingo.

 

El Parque Nacional Yasuní es una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo y en uno de sus vértices se ha descubierto un gran yacimiento petrolero, conocido como Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT).

 

Para evitar la explotación de crudo por temor a daños ambientales, el colectivo Yasunidos presentó miles de firmas al Consejo Nacional Electoral (CNE) en busca de una consulta popular.

 

No obstante, el consejo no dio paso a la petición luego de que invalidara, por distintas razones, miles de firmas en medio de denuncias de fraude por parte de los ecologistas, que el CNE niega.

 

"Ministerio de Ambiente firma licencia para explotar Yasuní ITT. Sin consulta, sin democracia", escribió hoy Yasunidos en su cuenta de Twitter, en la que adelantó una campaña llamada "democracia en extinción".

 

En su cuenta en la misma red social, la ministra de Ambiente invitó "a la ciudadanía a ejercer una veeduría activa" para la cual, dijo, se ha activado una página de "veeduría ciudadana".

 

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha asegurado que la extracción de petróleo en la zona del Yasuní se efectuará con la mejor tecnología disponible para minimizar el impacto ambiental, pero grupos de ecologistas temen importantes daños en el ecosistema.

 

El Gobierno de Ecuador anunció públicamente el año pasado la decisión de explotar el petróleo del ITT una vez que fracasó por falta de apoyo internacional, según dijo Correa, un proyecto para mantener el crudo bajo tierra.

 

Ecuador lanzó el proyecto hace seis años en la sede de Naciones Unidas, cuando pidió la "corresponsabilidad" económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo del eje ITT, lo que también suponía evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.