La pareja de lesbianas que lucha en Ecuador para que su hija tenga sus dos apellidos

Nicola Rothon (izq.) y Helen Bicknell llevan nueve años viviendo en Ecuador.
01 abr 2016 , 09:55
Redacción

Nicola Rothon (izq.) y Helen Bicknell llevan nueve años viviendo en Ecuador.

 

Es la hija de una pareja de lesbianas británicas que residen desde hace nueve años en el país sudamericano y que ha buscado sin éxito registrar con sus dos apellidos a la niña, nacida en diciembre de 2011 tras la inseminación artificial de una de las mujeres.

 

El Registro Civil ha dicho que sí puede inscribir a la menor, pero en su cédula de identidad aparecería solo el apellido de la mujer que la concibió.

 

Autoridades judiciales ecuatorianas han señalado que las normas del país no contemplan la adopción ni el registro de menores por parte de parejas del mismo sexo.

 

Pero la pareja formada por Helen Bicknell y Nicola Rothon no está dispuesta a que se inscriba a la niña al igual que una hija de madre soltera, pues siente que se están afectando sus derechos.

 

 

La Constitución de Ecuador señala que "el matrimonio es la unión entre hombre y mujer" y que "la adopción corresponderá solo a parejas de distinto sexo".

 

También reconoce la "la familia en sus diversos tipos", así como la "unión monogámica", y establece que nadie podrá ser discriminado por razones de orientación sexual.

 

En estos cuatro años, dos instancias del sistema judicial ecuatoriano han fallado en contra de los argumentos de la pareja de lesbianas.

 

Actualmente el caso está en manos de la Corte Constitucional, donde esta semana tuvo lugar una audiencia con las partes.

 

 

En diálogo con BBC Mundo, Helen Bicknell comenta que en Reino Unido reconocieron a la niña como hija de la pareja y le otorgaron el pasaporte británico a la menor, quien reside en Ecuador como extranjera, con una visa de amparo emitida por la Cancillería ecuatoriana.

 

No obstante, la falta de una inscripción en el Registro Civil de Ecuador puede causar problemas prácticos para la menor.

 

"Creo que la niña va a encontrar problemas en el futuro, porque no tiene un certificado de nacimiento", señala Helen.

 

Y añade: "Por ejemplo, en el caso más feo de que se muera la Nikki (Nicola Rothon), yo no tengo derechos aquí como su madre. O si yo quisiera viajar a Inglaterra sin Nikki, me pueden decir que no puedo llevar a la niña porque no soy su madre".

 

Además a Helen le preocupa que, si ocurre un accidente y la niña va a un hospital en Ecuador, "tal vez yo no puedo entrar porque no soy su pariente legalmente".

 

En medio de todo el debate por el caso, Helen dice que con su pareja han tratado de evitar la exposición de la niña a la prensa y a las disputas que se generan en torno del tema.

 

"Entiendo que la lucha es nuestra, y fue nuestra decisión porque ella es una niña y no decidió ser parte de esta lucha. Hemos intentado realmente mantenerla apartada de todo esto", comenta.

 

 

Helen Bicknell afirma que aceptar que se inscriba a la niña solo con el apellido de la madre biológica "sería negarle la otra parte de su familia".

 

Para ella, la lucha junto con su pareja en Ecuador ha sido posible por el hecho de que, gracias a su nacionalidad, pudieron obtener documentación británica para la menor.

 

"Si fuésemos ecuatorianas, hubiera sido casi imposible seguir luchando cuatro años sin nada de papeles para la niña", expresa.

 

 

 

 

 

Helen y Nicola, ambas de 38 años, trabajan a las afueras de Quito en permacultura y cursos de yoga.

 

Uno de los abogados que ha asesorado a la pareja desde el inicio del caso es José Luis Guerra, funcionario de la estatal Defensoría del Pueblo. A decir del jurista, lo que se busca para la pareja de lesbianas y la niña no es la adopción, sino el registro por filiación.

 

"Se trata de un reconocimiento en función de una relación consentida que tienen las madres y de una planificación familiar que legítimamente lo podían hacer en virtud de que la Constitución no permite discriminar por orientación sexual", le dice Guerra a BBC Mundo.

 

"Una persona no puede tener limitado el derecho a tener una familia por su opción sexual".

 

Implicaciones

 

Durante la audiencia efectuada esta semana en la Corte Constitucional, la abogada de la Procuraduría del Estado, Karola Samaniego, reiteró que al negarse el registro de la niña con los dos apellidos de la pareja de lesbianas no se incurre en discriminación o vulneración de derechos.

 

 

 

 

 

En el fallo de 2012 de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, segunda instancia judicial que trató este caso, los jueces señalaron que el Estado ecuatoriano no desconoce la unión de hecho de la pareja de lesbianas, ni niega la inscripción de la niña como hija de su madre biológica, ni busca separar a la menor de su madre por su orientación sexual, "sino que se abstiene de considerar a Helen Bicknell como una segunda madre".

 

El caso ha despertado reacciones tanto de grupos LGBTI como de activistas pro vida.

 

Amparo Medina, de la Red Vida y Familia Ecuador, le dice a BBC Mundo: "La niña sabe que tiene dos mujeres que la aman y están con ella, pero eso no quiere decir que tiene dos mamás y que se le debe ocultar que ella nació de un padre al cual algún día tiene todo el derecho de conocer".

 

Medina afirma que la pareja de lesbianas británicas debe respetar las normativas de Ecuador.

 

"Cuando uno va a vivir a otro país, acepta las leyes de ese país. Si quieren inscribir a la niña en el país, que lo hagan bajo las leyes ecuatorianas", sostiene.

 

Así, la Corte Constitucional deberá resolver este caso en medio de fuertes posiciones antagónicas, en las que todos afirman velar por los derechos de la niña.