Militares fallecidos podían dirigir un batallón, según exmiembro de las FF.AA.

ECUADOR.- El avión Aravá tiene la capacidad de operar a partir de pistas poco preparadas. Foto: Flickr
16 mar 2016 , 02:21
Redacción

Excomandante cree que es "la pérdida humana más grande de las FF.AA. en época de paz".

 

El general Oswaldo Domínguez, excomandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), califica la tragedia como "la pérdida humana más grande de las Fuerzas Armadas en época de paz". “Cada una de estas personas podía dirigir el salto entre 40 y 60 personas por vuelo, si hubiésemos necesitado hacer un empleo de la fuerza de paracaidistas en un evento especial, hemos perdido la capacidad de comandar 600 hombres”.

 

 

 

 

De los 22 fallecidos, 19 pertenecían a unidades especiales entre estas la GEK-9, el grupo especial de comandos que tiene su base en Latacunga, realizaban el curso de maestros de salto en paracaídas, pero ¿En qué consistía la preparación? “El jefe de salto por consiguiente, si está en un avión al mando de 40 personas él, en coordinación con el piloto dirige la zona de aproximación a la zona de salto, evalúa el área, evalúa la topografía, evalúa las condiciones de viento y él autoriza”, agregó el general Domínguez.

 

 

 

 

De su lado, el coronel Luis Hernández, excomandante de la brigada de Fuerzas Especiales 'Patria', considera que el avión Aravá, en el que murieron los 22 soldados, fue utilizado en la guerra del Cenepa, entre otras importantes actividades militares. “Se lo compró justamente para las condiciones de la selva, para que aterricen en pistas cortas, ha tenido un record de seguridad muy alto, es un buen avión”.

 

en Israel a finales de la década de los años 60, y posibilidad de llevar 20 pasajeros o cargas voluminosas.