La masacre en Manchester tras concierto de Ariana Grande que conmocionó al mundo
El ataque "prácticamente inevitable" sorprendió a la seguridad de Reino Unido.
El 22 de mayo de 2017 se produjo una explosión en el Manchester Arena (Reino Unido), al final de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, como parte de su tercera gira: Dangerous Woman Tour. La explosión se produjo alrededor de las 22:33, hora local, causando 22 muertos y 116 heridos. Se informó que un hombre en solitario realizó el ataque usando un artefacto explosivo improvisado en lo que fue un ataque suicida.
Al día siguiente, el Estado Islámico de Irak se autoproclamaba autor del atentado. Fue el atentado terrorista más mortífero en el Reino Unido desde los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres.
La explosión ocurrió en el área del vestíbulo del estadio al término del concierto, que era parte del Dangerous Woman Tour de Ariana Grande. Hasta 18 000 personas habían asistido al concierto, muchos niños y adolescentes, principales fanes de la artista juvenil, acompañados de sus padres. Muchos estaban saliendo por el vestíbulo en el momento de la explosión.
La policía de Mánchester trató el incidente como un ataque terrorista, hasta que al día siguiente, el Estado Islámico de Irak y el Levante se atribuyó el atentado, confirmando que era un ataque terrorista. El ataque fue un atentado suicida.
La policía declaró que 22 personas, incluido el atacante suicida, murieron en la explosión y otras 116 resultaron heridas, incluidos niños.North West Ambulance Service informó que 60 de sus ambulancias asistieron a la escena, acompañando a 59 personas a los hospitales locales y el tratamiento de un número de heridos leves en el sitio.
Ariana Grande no estaba cerca del lugar del ataque y no resultó herida durante el incidente.Tony Walter, un hombre de 52 años, superviviente de los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres, se quitó la vida poco después del ataque suicida de Mánchester, al no poder soportar la carga psicológica que suponía para él la amenaza terrorista, según publicaron diversos medios británicos, haciéndose eco de su círculo de amistades.
era un británico de 22 años que transitó por la vida sin hacer mucho ruido hasta la matanza de Manchester, que presuntamente perpetró tras viajar a la Libia de sus padres.
"Era alguien que los servicios de inteligencia conocían y estoy segura de que cuando esta investigación concluya sabremos más", dijo la ministra de Interior británica, Amber Rudd.
Un par de fotos suyas difundidas por la prensa británica le muestran barbilampiño, con unos párpados grandes y caídos que empequeñecen sus ojos.
Nació en el seno de una familia muy religiosa, venida de Libia, y, según el Financial Times, se radicalizó en los últimos años.
"De repente, tras un viaje a Libia y probablemente a Siria, se radicalizó y decidió cometer este atentado", dijo el ministro el ministro francés del Interior Gérard Collomb, en una entrevista en la cadena de televisión BFM.
Reino Unido no ha sido inmune al terrorismo y hace casi tres años el nivel de amenaza fue elevado a la categoría de severo, por lo que un nuevo atentado era considerado bastante probable.
"Y luego del ataque en Westminster de marzo pasado, la policía y agencias de seguridad habían advertido que nuevos ataques eran prácticamente inevitables", explicó el analista en temas de seguridad de la BBC, Gordon Corera.
En los últimos meses, sin embargo, la intensidad de la actividad antiterrorista había aumentado al punto de que, en promedio, se estaba produciendo un arresto diario.
La primera ministra, Theresa May, calificó el incidente de "un aterrador ataque terrorista" y presidió una reunión del Comité de Contingencias Civiles a la mañana siguiente, mientras que la reina Isabel II expresó su "más profunda simpatía" a los afectados por este "evento espantoso".