Independencia energética: el nuevo superpoder de Estados Unidos
Thomas Sparrow BBC Mundo, Washington (@bbc_sparrow) La nueva arma diplomática de Estados Unidos se encuentra atrapada entre rocas a más de un kilómetro bajo tierra.
Independencia energética
28 abr 2014 , 10:57
Redacción
La nueva arma diplomática de Estados Unidos se encuentra atrapada entre rocas a más de un kilómetro bajo tierra.
Se trata del gas y petróleo de esquisto, que se obtiene a través de una controvertida técnica llamada fracturación hidráulica o fracking y tiene el potencial de ayudar al país a conseguir su tan anhelada independencia energética.
Los cambios económicos que plantea esta nueva abundancia de recursos -así como los considerables riesgos ambientales- han sido ampliamente descritos. Según la Casa Blanca, la producción nacional de petróleo alcanzó en 2012 su nivel más alto en 15 años, la de gas natural llegó a su récord histórico y la dependencia de petróleo extranjero llegó a su punto más bajo en dos décadas.
Lo que ha sido menos comentado es lo que acompaña ese nuevo panorama: al recurrir menos a fuentes externas para suplir sus necesidades energéticas, Washington puede afrontar desde una perspectiva distinta los conflictos internacionales en los que hay un claro componente energético.
Es lo que el diario The New York Times llamó "una nueva era de la diplomacia energética estadounidense" y se ha manifestado en la actual crisis con Rusia y Ucrania, aunque también según algunos analistas en su actitud frente a Venezuela.