Hoy Soy: Ciega Parte 1
Dallyana vivió una jornada de la mano de una mujer ciega que es madre y profesora.
En el mundo hay aproximadamente 39 millones de personas ciegas, según un dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ellos deben enfrentarse al mundo de una manera que, quienes si vemos, difícilmente podemos entender.
Dallyana Passailaigue vivió una jornada de la mano de una mujer ciega que es madre y profesional, para conocer de cerca esta realidad.
En un humilde hogar, en lo más alto de la parroquia Malchinguí, del cantón Pedro Moncayo de la provincia de Pichincha, me recibe Fany, madre de quien sería mi guía en esta experiencia.
Elizabeth Lituania tiene 30 años, es madre desde los 19 y ciega total de nacimiento. Ella termina de peinar su larga cabellera mientras sus hijos Anahí y Steven, se levantan para ir a la escuela.
Su madre nunca fue sobre protectora, eso le sirvió para hacerlo de todo, hasta cocinar. Lo difícil ha sido afrontar la discriminación.
Ahora vamos a la parada de bus para seguir el trayecto que Elizabeth hace todos los días para llegar a su trabajo. Voy a intentar ir como ella, sin ver.
Son 3 horas de viaje. Corremos hacia el bus, lo alcanzamos. la gente no la ayuda a buscar un asiento libre.
Luego de una hora y media llegamos a La Ofelia para tomar el Metrobus, son varios los trasbordos que hay que hacer. dependes del tacto y del oído: las manos son tus ojos, necesita tocar para reconocer las cosas y los sonidos le dan la orientación.
Es impresionante, cuando no puedes ver, automáticamente el oído se expande.
Ahora, al Trole. Elizabeth se pone detrás de las personas y les topa la el abrigo con los dedos, al disimulo, para que la guíen.
Aquí, ella canta dos veces a la semana para generar 20 dólares adicionales al suelo básico que gana en su trabajo, porque no le alcanza.
Buenos días damas y caballeros, esperamos que estén teniendo una linda mañana, mi nombre es Dallyana y estoy acompañando en un día de trabajo a una amiga, Elizabeth, ella es no vidente y va a interpretar una hermosa canción para ustedes, esperamos que sea de su agrado y que puedan colaborarnos.
Me queda por contarles en qué trabaja Elizabeth, con qué dificultades nos topamos en el camino y cómo ella asume el concepto de felicidad. Esta historia continuará.