Las enfermedades que viajan con la corriente de El Niño

A los problemas medioambientales
08 mar 2016 , 06:48
Redacción

Ecuador, Perú y Bolivia sufrieron serias epidemias después del invierno del 83'.

 

El Niño suele llegar a su momento más álgido a finales de año, pero los efectos de este fenómeno meteorológico pueden sentirse hasta los 12 meses siguientes.

 

La Organización Meteorológica Mundial dijo que el próximo podría ser el peor en más de 60 años, y, según la NASA, sentiremos sus efectos en todo el mundo.

 

 

Pero las consecuencias van más allá de las –ya de por sí preocupantes– sequías, océanos crecidos y altas temperaturas.

 

 

Y, según las últimas investigaciones, éstas viajan a través del agua, en forma de bacterias marinas que pueden suponer un grave peligro para la población.

 

 

 

La comparación entre los datos de 1997 y 2015 pone de manifiesto los "extraordinarios efectos" de El Niño.

 

Según una investigación de científicos británicos y estadounidenses, publicada recientemente por la revista científica Nature

Microbiology, El Niño podría contribuir a la transmisión y, "con importantes consecuencias para la salud pública".

 

Los expertos descubrieron que la llegada de ciertas infecciones y enfermedades bacterianas coincidió, en el tiempo y en el espacio, con el fenómeno climatológico.

 

Trabajando conjuntamente con el Instituto Nacional de Salud (INS) de Perú, los científicos observaron cómo algunas enfermedades causadas por bacterias marinas coincidían con la llegada de El Niño a la costa de América Latina.

 

El Niño no sólo puede traer sequías e inundaciones, sino también otro tipo de problemas.

 

, convirtiéndolo en un país tropical y provocando lluvias e inundaciones", le contó a BBC Mundo Jaime Martínez-Urtaza, autor principal del estudio y profesor en la Universidad de Bath (Reino Unido), desde donde investiga el fenómeno.

 

"El Niño , creando condiciones para la reproducción de mosquitos que transmiten malaria, dengue y zika", explicó.

 

 

Las consecuencias van más allá de las lluvias torrenciales y las inundaciones.

 

Ecuador, Perú y Bolivia sufrieron serias epidemias de malaria después de fuertes lluvias causadas por El Niño en 1983, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Además, la OMS reportó que en 1997 "las sequías que trajo El Niño a Malasia, Indonesia y Brasi en esos países, causando problemas respiratorios en mucha gente".

 

Pero los científicos han descubierto que El Niño también transmite enfermedades según Martínez-Urtaza.

 

¿Cómo se desplazan estas bacterias y por qué este hallazgo puede ser tan importante?

 

 

Las bacterias viajan en el agua, uniéndose a organismos más grandes.

 

"El Niño puede convertirse en ", dijo Martínez-Urtaza, explicando cómo las bacterias podrían viajar de un continente a otro, a través de los océanos.

 

"Desde el punto de vista biológico, esto abriría una ventana a la entrada de variantes genéticas de distancias enormes".

 

Según la investigación –en la que también participaron expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), y de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)– en las tres últimas décadas surgieron nuevas variantes de patógenos en Latinoamérica, coincidiendo con los tres episodios más significativos de El Niño (1990–91, 1997–98 y 2010).

 

que se produjo en Perú en 1990 y que causó

 

Otros casos llamativos se produjeron en 1997 y 2010, cuando dos variantes de una bacteria 'Vibrio parahaemolyticus' provocaron

 

Y precisamente en Perú, el marisco crudo o ceviche es un alimento altamente consumido por los habitantes de la costa.

 

 

Viajan con las corrientes marinas, transportando enfermedades.

 

Según Martínez-Urtaza, "los vibrios

 

"Varios estudios demostraron cómo los vibrios utilizan estos organismos como fuente de energía y, a través de este mecanismo, son capaces de ", explicó.

 

"Los efectos de El Niño y su impacto en el clima local, la pesca y el riesgo de otros fenómenos meteorológicos más extremos ya están bien documentados", dijo Martínez-Urtaza.

 

"Entender cómo las corrientes oceánicas están jugando también ", agregó.

 

Además, Craig Baker-Austinfrom, del Laboratorio del Centro para el Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura de Weymouth (Reino Unido), y coautor del estudio, dice que El Niño podría suponer "

 

Este proceso, según el cientifico, "podría proporcionar una fuente única de nuevos patógenos en América, con serias implicaciones en cuanto a la propagación y el control de la enfermedad".

 

Para Martínez-Urtaza, la solución más inmediata pasa por mantener el nivel de alerta e invertir más en investigación, algo que, asegura, no se hace lo suficiente en países como Perú.

 

"Hay que evaluar el impacto de esas bacterias y tomar muestras para analizarlas y detectar variantes. El impacto a nivel biológico podría ser enorme", advirtió.