El turismo y comercio se reactivan de a poco tras el fin del paro en Imbabura y Pichincha
Otavalo intenta recuperar su ritmo habitual después del paro que se prolongó 31 días. Este sábado, la Plaza de Ponchos se llenó de comerciantes, pero el colorido de los telares y artesanías contrastó con la ausencia de visitantes.
En el redondel del ingreso norte, escenario de los enfrentamientos más violentos entre manifestantes y la fuerza pública, una tradicional feria artesanal volvió a funcionar tras cinco fines de semana.
De los 500 comerciantes habituales, solo 250 regresaron. El ambiente en estos espacios todavía es tenso. La mayoría prefiere no hablar del paro para no ganarse enemigos.
La movilidad también retornó a la normalidad. Los accesos a algunas comunidades, que hasta ayer estaban cerrados, fueron reabiertos por los mismos comuneros.
Los transportistas rehabilitaron todas sus rutas y frecuencias. Este sábado se registró un ligero incremento de pasajeros en la terminal terrestre.
15 kilómetros al norte, en el cantón Cotacachi, el escenario fue menos alentador. Este sábado muchos negocios abrieron por primera vez tras el paro, pero lucían vacíos. En el mercado artesanal San Francisco tampoco hubo clientes.
Así, estas dos localidades de Imbabura, que se convirtieron en el epicentro del paro indígena, buscan reactivarse y recuperar lo perdido.
Lee aquí: El colombiano Beéle cantará gratis en Cuenca en un festival ambiental auspiciado por el Gobierno
En el norte de Pichincha, comerciantes reinician sus actividades tras el fin del paro
Las vías en el norte de Pichincha volvieron a tener un alto flujo de vehículos este fin de semana, el primero sin cierres viales tras el paro que afectó a la zona durante un mes.
A lo largo de las carreteras aún se realizan trabajos de limpieza para retirar montículos de tierra que fueron colocados durante las protestas.
Las gasolineras están abastecidas y las florícolas también han retomado sus operaciones normales. En Cayambe, los comercios están abiertos y el movimiento en el centro de la ciudad refleja una reactivación paulatina.
También en Guayllabamba, al norte de Quito, se siente el fin del paro. La parroquia, que estuvo en la mitad de las protestas, empieza a retomar sus actividades poco a poco. El sector hotelero, en cambio, espera que su reactivación se consolide durante el próximo feriado.
Lee aquí: La familia de Paulina Tamayo comparte el lugar donde descansan los restos de La Grande del Ecuador