La tuberculosis, entre las principales causas de muerte en la Penitenciaría del Litoral
La crisis carcelaria en Ecuador tiene una de sus caras más críticas en el sistema de salud. Un reporte del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) identifica a la tuberculosis como una de las principales enfermedades que está causando la muerte de las personas privadas de libertad en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, la cárcel más grande del país.
Las cifras de una tragedia
El informe, basado en registros del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria del Servicio de Atención a Privados de Libertad SNAI, y a las cuales accedió el CDH, detalla que en los primeros ocho meses del año existen 394 fallecidos dentro de la penitenciaría.
La gran mayoría de estas muertes no están relacionadas con la violencia entre bandas carcelarias, sino con la precaria situación sanitaria.
Del total de decesos: 121 personas murieron por enfermedades. Las tres principales causas fueron: Tuberculosis, Desnutrición Crónica e Insuficiencia Respiratoria. La causa de muerte de las otras 273 personas permanece sin determinarse, según el informe
Las cifras detallan historias críticas: reclusos que fallecieron por tuberculosis en solo cinco meses de encarcelamiento. En un giro aún más cruel, varias de las víctimas se encontraban en prisión preventiva; enfermaron y murieron entre rejas, antes de que la justicia definiera su situación, lo que constituye una denegación del derecho al debido proceso, indica Fernando Bastias, vocero del CDH.
Él señala que las estadísticas fueron contrastadas con informes de la Defensoría del Pueblo, un juez de Garantías Penitenciarias y el mismo CDH, tras la inspección realizada en esta cárcel en abril de este año. Según el vocero del CDH, la data evidencia el colapso de los servicios médicos al interior del centro de rehabilitación social.
"Esta situación tiene un origen, la presencia de Fuerzas Armadas en las cárceles. Esto porque los militares han desplazado al personal técnico que tiene el SNAI en su gestión penitenciaria, que abarca la atención médica, la rehabilitación y la alimentación", dice Bastias.
Medidas insuficientes y reactivas
El CDH reconoció que el gobierno ha realizado operativos de traslado para reclusos con diagnósticos críticos de tuberculosis y desnutrición aguda. Sin embargo, calificó estas acciones como "insuficientes y reactivas" ante la magnitud de la crisis.
Una omisión grave del Estado
Para el abogado constitucionalista Gonzalo Muñoz, esta situación representa una "omisión grave por parte del Estado" en garantizar los derechos fundamentales de la población carcelaria.
"Tienen derecho a una vida digna, así se encuentren privados de su libertad. El Estado tiene la obligación de garantizar su vida, su alimentación adecuada, servicios de salud y su integridad personal. Lo debe reconocer el Estado, incluso, hasta en instancias internacionales", señaló el jurista.
Según el CDH, esta situación se repite en otros centros como la cárcel de Cotopaxi y el centro de rehabilitación social de Esmeraldas.