Los fenómenos climáticos extremos incrementan la inseguridad alimentaria en Ecuador, según la FAO
Los fenómenos climáticos extremos son la principal causa del incremento de la inseguridad alimentaria en Ecuador, según la Oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Inundaciones, sequías y deslizamientos en tierra han afectado el acceso permanente a alimentos de 6,6 millones de ecuatorianos, impidiendo que puedan llevar una vida activa y saludable.
Esta realidad forma parte de una tendencia global evidenciada en el Informe Mundial sobre la Crisis Alimentaria, elaborado por la FAO, que señala a los eventos climáticos como un factor determinante en la inseguridad alimentaria de la región.
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La seguridad alimentaria se define como la disponibilidad y el acceso constante a alimentos suficientes y nutritivos para todas las personas.
En Ecuador, los sistemas agrícolas son la base de esta seguridad, pero han sido gravemente afectados por fenómenos climáticos extremos. Las inundaciones, sequías y deslizamientos han reducido la producción agrícola y han encarecido los alimentos, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables del país.
Según la FAO, la inseguridad alimentaria en Ecuador se ha duplicado en los últimos años, alcanzando al 36,9 % de la población, lo que equivale a 6,6 millones de personas. En comparación, Chile tiene una tasa del 17,6 %, mientras que en Perú el porcentaje asciende al 51,7 %. Esta situación refleja cómo los efectos del clima están exacerbando las dificultades económicas y sociales, incrementando la brecha de acceso a alimentos básicos.
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Para mitigar estos impactos, la FAO recomienda implementar sistemas de alerta temprana, promover una producción agrícola sostenible y resistente, y establecer seguros agrícolas generalizados. Además, sugiere que estas estrategias sean complementadas con inversiones en infraestructura y planes de contingencia. Con estas medidas, se podrían minimizar los efectos de los eventos climáticos extremos en la cadena alimentaria, cada vez más vulnerable a un clima cambiante y fuera de los patrones históricos.