Escuela de Manabí pone a sus alumnos a meditar

En la escuela gratuita los estudiantes no solo tienen que resolver problemas matemáticos.
Foto: Franklin Navarro
08 feb 2019 , 06:00
Redacción

No es una práctica común en las escuelas de América Latina, mucho menos de las de Ecuador; sin embargo, , en la provincia de Manabí.

“Yo siento que sí me ayuda la meditación, porque podemos tranquilizarnos, meditar en grupo y sentir esa energía”, expresa Laura López (11 años), alumna de séptimo año básico.

En esta institución los estudiantes no solo tienen que resolver problemas matemáticos o aprender sobre ciencias naturales, también . Estas actividades grupales son utilizadas por las maestras para reafirmar en los niños los en los que se basa el : amor, verdad, paz, rectitud y no violencia.

“Los niños que vienen a esta escuela tienen que ser niños que funcionen con valores y para poder conseguir el principal objetivo que es formar seres humanos buenos que puedan transformar el mundo”, explica . Para Harmsen, es importante moldear los hábitos del niño y no solamente sobrecargarlo de información.

Por ello, , una práctica milenaria con gran popularidad en el Oriente y que se ha expandido al resto del mundo en las últimas décadas. Esto, debido a sus muchos beneficios para el bienestar mental y emocional, que aportan en la educación de los niños.

Por ejemplo, la meditación es útil para empatizar con los demás y potencia la aparición de pensamientos positivos. “ de otras instituciones educativas porque han sido difíciles. Nosotros creemos en la transformación y aceptamos el reto. Teníamos una niña que en una ocasión le dio un ataque de ira, lanzaba sus cosas y golpeaba a sus compañeros, tenía 5 años. Ahora, ella está en un grado superior y es un sol, gracias al programa de valores”, señala Rosa Zambrano, quien funge como directora de la institución.

El sistema de educación tradicional está desactualizado y no está pensado para todo el mundo, según el ingeniero y físico Peter Diamandis, autor del libro Chronicles of education (Crónicas de la educación). Él identifica cinco problemas urgentes: los maestros todólogos, la información irrelevante, la falta de imaginación, el aburrimiento y el sistema de calificación.

Este último resulta el más preocupante, pues una calificación negativa es desmotivadora y no refleja la capacidad de aprender de un niño. Contra este sistema es con el que lucha la escuela Sathya Sai. Para Chantal Fontaine, directora del programa y capacitadora de los maestros, , pero, a su criterio, hay personas que entienden el mundo por medio de la experiencia, la música u otras habilidades.

“En un salón de clases, de los 30 chicos no todos son conceptuales. Eso puede causar que no se le da la comprensión necesaria y ahí es cuando se van por caminos equivocados”, asegura Fontaine.

La escuela Sathya Sai acoge, en su mayoría, a niños de escasos recursos económicos. Y aunque es gratuita, para que ellos puedan acceder a este tipo de educación sus padres deben comprometerse a entender y seguir el programa. Según Fontaine, el primer requisito para enseñar valores humanos a los niños es que los maestros y padres vivan y sean ejemplo de los mismos.

TAG RELACIONADOS