La Cruz Roja no acompañó el convoy que ingresó a Imbabura, como lo anunciaron las FF. AA
Desde que empezó el paro, el gobierno ha intentado sortear los bloqueos en Imbabura con convoyes a los que llama humanitarios. El quinto de esos convoyes llegó a la noche de este lunes 13 de octubre.
Previamente, en un comunicado, las Fuerzas Armadas dijeron que la Cruz Roja los iba a acompañar, pero la organización lo negó.
El presidente de la Cruz Roja, Roque Soria, envió esta carta al ministro de Defensa y al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
“La Cruz Roja actúa guiada por los principios fundamentales de neutralidad, independencia e imparcialidad. Estos principios nos permiten abstenernos de toda controversia política, religiosa o ideológica. Solícito respetuosamente se aclare que la Cruz Roja no será parte del convoy humanitario que se trasladará a Imbabura”.
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En la carta, informa que para que un convoy sea considerado humanitario, debe cumplir con sus estatutos y el convenio de Ginebra. No puede ser escoltado, controlado ni dirigido por fuerzas militares o de seguridad.
Debe ser una operación neutral que se moviliza luego de la aceptación de las partes. La Cruz Roja es la que identifica las necesidades humanitarias y decide las rutas, beneficiarios y modalidad de entrega. La ayuda que transporta un convoy humanitario es para quien la necesita, sin discriminación.
Y el uso del emblema de la Cruz Roja no puede ir junto a Fuerzas Armadas. El ministro del Interior, John Reimberg, reaccionó.
“Cuestionable es que nosotros hayamos anunciado a la Cruz Roja que íbamos a venir con esta ayuda humanitaria y pedirle las certificaciones que requerimos, y la respuesta que recibimos fue déjeme consultar a los manifestantes”.
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La Cruz Roja en su carta deja abierta su cooperación e informa que en el paro brinda atención a los afectados, incluidos militares, y ha apoyado con el paso de oxígeno hacia hospitales.