Christian, un padre que supera la insuficiencia renal y de empleo

Cristian Enderica está casado y tiene dos hijos, Victoria y Cristhian Paolo. Foto: cortesía
21 jun 2020 , 07:01

Este papá de 38 años empezó a vender aceites esenciales para sustentar a su familia.

Christian Enderica se muestra tranquilo y sano, su semblante no evidencia que tiene una enfermedad catalogada como catastrófica, pero un cable que aparece por debajo de su camiseta roja lo delata. 

Ese es el que usa todas las noches para conectarse a la máquina que le hace la diálisis peritoneal, procedimiento que le permite seguir con su vida. Él fue diagnosticado con insuficencia renal crónica el pasado 2 de febrero, una enfermedad que inhabilita los dos riñones e impide que hagan su labor de limpieza de la sangre.

"Oriné sangre ese día y al día siguiente me hice exámenes donde tenía valores altísimos (los cuales indicaban la gravedad de la afección)", recuerda.

"Era grave porque tenía una anemia fuerte y el doctor decidió que lo mejor era internarme. Me pusieron un catéter en el cuello para poder realizarme la diálisis por ahí", agrega.

Christian durante una de sus sesiones de hemodiálisis.

Esta situación impidió que el hombre de 38 años consiguiera un trabajo a inicios de año. Incluso una entidad bancaria estuvo cerca de contratarlo, pero nunca lo llamaron.

Estuvo una semana hospitalizado, luego comenzó la hemodiálisis y más tarde hizo el trámite para poder realizarse la diálisis peritoneal desde su casa. Este tratamiento se lo realiza en la noche y dura 10 horas por lo que él duerme conectado al dispositivo. Para poder hacerlo tuvo que someterse a una cirugía donde le colocaron el cable en su cuerpo (a la altura del abdomen), el que sobresale por debajo de su camiseta. 

Él asegura que ya se acostumbró a dormir conectado a algo, que al comienzo le costó acostumbrarse al líquido que le infunde la máquina, pero ahora es parte de su vida, de su cotideanidad, porque lo único que cambiaría esta realidad es un transplante de riñón.

Mientras relata su historia, Enderica denota tranquilidad, no parece tener dudas aunque en su futuro hay incertidumbre. Un transplante es un proceso que puede durar años y para realizarse se deben cumplir varios puntos. Él dice que va paso a paso, confía en Dios que pronto podrá hacerlo sino seguirá con su vida como está, no se lamenta, no llora, no siente miedo, él cree.

Christian junto a su familia.

Debido a este cuadro y al brote del COVID-19 en el país Christian se mantenía desempleado, pero con la necesidad de mantener a su familia, su esposa Paola y sus dos hijos (Victoria y Cristian Paolo).

Él confiesa que esa era la pregunta que se hacía: "¿cómo voy a mantener a mi familia?". Al comienzo de esta travesía tuvo la ayuda de muchas personas a través de donaciones, las mismas que le permitieron cubrir el tratamiento. Pero la pregunta inicial se mantenía latente.

"No podía dejar de trabajar, así que me tocó ingeniarme un trabajo desde la cuarentena y es ahí que entré al mundo de los aceites más de lleno", comenta.

Enderica ya vendía aceites esenciales antes de sufrir esta enfermedad, sin embargo no le había puesto tanto empeño como ahora y encontró en esta pandemia la oportunidad para potenciar su negocio.

"Cuando tuve la realidad que tenía que sustentar a mi familia tuve que retomarlo con fuerza", enfatiza.

Christian cuando vendía aceites antes de su enfermedad.

Christian reconoce que estuvo preocupado y con incertidumbre sobre cómo le iba a ir, pero la realidad lo sorprendió. Hasta el momento ha vendido casi 200 aceites durante estos meses, todos de manera virtual a través de su página de Instagram (@oil_for_dudes) ya que por su condición Cristian no puede salir a la calle, aunque Guayaquil ya esté en semáforo amarillo, porque es más vulnerable a contraer COVID-19.

Enderica también explica que hay un producto, de los que vende, de frutos rojos con aceites esenciales que consume para subir sus defensas.

Incluso su esposa, quien sí tiene trabajo, se ha unido a él en este empredimiento en el que buscan consolidarse. Pero Enderica aún anhela volver a laborar en una empresa y asegura que con su tratamiento sí pudiera hacerlo sin problema.

"Como yo me realizo la diálisis de manera nocturna, pudiera tener un trabajo 8 horas sin ningún problema", aclara.

Christian no tiene nada especial preparado para este día del padre, pasará con su familia en la casa disfrutando un día más. Este padre de famila no solo celebra su día este domingo, celebra estar estable, celebra estar vivo. 

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