Ataques terroristas: Nuestros 5 atentados a la paz
No hay otra razón que justifique los ataques, el terrorismo y la violencia entre todos
Supongo que lo que me ha pasado a mi, desde el oscuro viernes de los atentados de Paris, también les ha pasado a ustedes. Todos los días me despierto queriendo saber qué noticias hubo mientras yo dormía.
Porque mientras yo duermo tranquilamente, al otro lado del mundo, pueden estar generándose decenas de ideas que pueden transformarse en pesadillas vivas para mucha gente o, lo que es peor, puede estar gestándose una acción en donde se atente a la vida de una persona o de una multitud, y cualquiera de los dos panoramas me aterran
.
Desde Ecuador o cualquier lugar de América Latina nos pensamos lejos del blanco del terrorismo, sin embargo, no importa el lugar geográfico, ninguno de nosotros es inmune a estos actos de terror. Estar lejos físicamente no implica estar distantes de estos hechos.
Entonces llego a algunas conclusiones y en mis cinco dedos de la mano pongo en concreto los 5 principales atentados a la paz:
1. EL VALOR DE LA VIDA
No es solo el Estado Islámico, es cualquier persona u organización que atente contra la vida del resto. Es el ladrón que te mata por un celular, es el asesino en serie, son las fuerzas de las Farc o el presidente de una nación que opta por declarar la guerra. ¿Quién tiene el derecho a decidir quitar la vida del otro? No somos objetos inanimados, somos seres vivos, racionales y con alma. Tenemos una función en este planeta, cada uno tiene una razón de ser. ¿Por qué habríamos de pensar que alguien puede decidir cortar la ruta de vida de otras personas? Evidentemente los seres humanos desarrollamos una tendencia muy extraña y violenta. Hemos potenciado una sociedad en donde lo más vital se pierde: el verdadero valor de la vida.
2. LA INTOLERANCIA A LAS DIFERENCIAS
Si tan solo entendiéramos que ser diferentes no es un problema. Si entendiéramos que cada ser humano es un ser único e irrepetible, y que es precisamente ahí donde está la magia, en el lugar donde todos debemos funcionar como un fuerte engranaje, con nuestras diferencias y nuestras particularidades.
3. EL HAMBRE DE PODER
La enfermedad más grande del hombre: el hambre de poder. Y el problema no está en tener poder, el problema está en el uso de ese poder.
Me pregunto si algún día, en alguna etapa y civilización, el ser humano llegará al momento consciente de usar el poder para beneficio de todos y no para saciar voluntades de unos pocos.
4. LA AUSENCIA DE AMOR
No hay otra razón que justifique los ataques, el terrorismo y la violencia entre todos: la falta de amor. Tenemos una noción tan distorsionada del significado del amor, que nos cuesta comprender que todos somos uno solo y que lo que yo haga hoy hacia otras personas, afectará tarde o temprano en mi y en mi entorno.
En cualquier filosofía espiritual se comprende al universo, a Dios o al cosmos como una sola energía: la del amor. ¿Cómo hacemos para entenderlo?
5. DIOS ES UNO SOLO. NO IMPORTA LA RELIGIÓN
Consciente de que tocar temas de religión es muy delicado y que cualquiera tiene el pleno derecho de estar en desacuerdo conmigo, me atrevo a hacer la siguiente afirmación: No importa a qué religión pertenezcas, lo que importa es que entiendas que a aquello a lo que llamamos Dios, Yahveh, Buda, Allah, Shivá, luz, energía o universo, no le importan las religiones. Aquello entiende de causas y efectos, de unión, de amor y de evolución.
Así que nada que pueda ser clasificado por un marco conceptual debería ser motivo de diferencias y guerras, porque el único propósito de todo en el universo es la armonía y el amor entre todos.
Es por esto, y lo creo así, solo el día en que estemos conscientes de que todo el tiempo estamos aportando a nuestra autodestrucción y solo el día en que cambiemos la percepción sobre nuestra forma de ser y de actuar, solo ese día, lograremos la verdadera paz. Antes será imposible.