Visita sella reencuentro entre China y Corea del Norte
¿Por qué una visita de Kim?
"Un deber solemne" para uno y "una opción estratégica" para el otro. La visita de a su homólogo selló el reencuentro entre y , deseosas de mostrar su unidad ante la gran cita esperada de la .
El dirigente norcoreano terminó el miércoles 28 de marzo de 2018 una visita histórica a China, su primer viaje al extranjero desde que llegó al poder en 2011 y que supuso el regreso de China al primer plano de la diplomacia internacional.
La llegada del joven líder a Pekín se produjo semanas antes de , uno con el presidente surcoreano Moon Jae-in (a finales de abril) y otro con el presidente estadounidense (antes del fin de mayo).
Estos acercamientos recientes, organizados por y no por , parecieron marcar una marginación diplomática del gigante asiático. Hasta la visita de Kim Jong Un a la capital china.
(1950-1953) y China es, de lejos, el primer socio económico de Corea del Norte.
Pero el líder norcoreano todavía no se había reunido con el presidente chino, Xi Jinping, desde que sucedió a su padre Kim Jong Il hace seis años.
Las relaciones bilaterales se habían tensado en los últimos años a causa del apoyo creciente de Pekín a las sanciones económicas de la ONU, destinadas a frenar los programas balístico y nuclear de Pyongyang.
Entonces, Para Deng Yuwen, experto chino en relaciones internacionales, el joven líder cuenta con Pekín para .
"Corea del Norte necesita a su hermano chino para protegerlo en ese momento crucial", asegura Deng a la AFP.
"Kim busca quizá un aligeramiento de las sanciones y también un apoyo de China para obtener garantías de Estados Unidos en materia de seguridad", apunta Bonnie Glaser, del Centro de Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS) en Washington. "Creo que quizá [ir a Pekín] le da una ventaja suplementaria" antes de las cumbres con los presidentes surcoreano y estadounidense.
Trump acaba de nombrar a un "halcón" con fama de belicoso, , como asesor para la seguridad nacional. Un nombramiento que ha avivado el temor a una intervención estadounidense si las negociaciones fracasan.