El Papa León XIV convoca un acto de reparación tras la profanación en el altar de la Basílica de San Pedro

Un ciudadano intentó orinar en el Altar de la Confesión, siendo este el tercer episodio de desprecio religioso en el templo en poco más de un año. El nuevo Pontífice ordenó una ceremonia de penitencia.
El Papa León XIV convoca un acto de reparación tras el intento de un hombre de profanar la Basílica de San Pedro ()
14 oct 2025 , 11:24
Redacción

La Basílica de San Pedro en el Vaticano fue nuevamente escenario de un grave acto de profanación. El pasado viernes, un ciudadano intentó orinar ante el sagrado Altar de la Confesión, un suceso que conmocionó a los fieles y a la Santa Sede. Este incidente marca el tercer episodio de desprecio religioso de carácter público y ofensivo que ocurre en la basílica en pocos meses, poniendo en evidencia los desafíos de seguridad en uno de los lugares más sagrados del catolicismo.

El suceso ocurrió ante la mirada atónita de numerosos turistas y fieles presentes. Según reportes de medios italianos, el hombre logró franquear las barreras que protegen el baldaquino de Bernini, subió al altar principal y, al intentar orinar, fue interceptado de inmediato por agentes de paisano de la Gendarmería Vaticana. El individuo, que según algunas fuentes era de origen kosovar, fue escoltado fuera del recinto y puesto a disposición de las autoridades italianas.

La reacción del Papa León XIV fue inmediata y contundente. Si bien el Vaticano solía manejar estos incidentes con un perfil bajo para evitar que actos similares se repitieran, el nuevo Pontífice optó por una respuesta pública y litúrgica. El Santo Padre ordenó que se celebrara un "acto de reparación" específico y sin demoras. En la tradición católica, este rito es necesario para restituir la santidad del lugar, ya que el altar simboliza a Cristo.

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El rito penitencial fue presidido por el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste del templo. La ceremonia, relativamente sencilla, consiste en una procesión penitencial, la bendición del agua, el rezo del Credo y la aspersión del altar con agua bendita, seguido de la incensación. Estos pasos son fundamentales para purificar el lugar y pedir perdón a Dios por la ofensa cometida, siendo un requisito indispensable antes de que se autorice la celebración de nuevas misas sobre la tumba del apóstol san Pedro.

El episodio más reciente se suma a un preocupante patrón de profanaciones. En febrero de 2025, otro hombre subió al mismo altar y derribó seis candelabros, causando daños que costaron al Vaticano miles de euros. Meses antes, en junio de 2023, otro ciudadano se desnudó parcialmente sobre el altar en un gesto de protesta. En aquella ocasión, el Vaticano también celebró un rito penitencial para desagraviar el lugar sagrado.

Si bien el personal de la basílica asegura que las medidas de seguridad ya son elevadas, la recurrencia de estos gestos vandálicos, que incluso han sido grabados y difundidos, sugieren que es probable que las autoridades vaticanas refuercen aún más los controles para proteger el patrimonio artístico y religioso. La firmeza del Papa León XIV al exigir la reparación subraya la gravedad de la profanación y la necesidad de restaurar la dignidad del templo.

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