Lula defiende la exploración petrolera cerca del Amazonas argumentando necesidad energética global
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó este jueves 13 de febrero su intención de avanzar en la exploración de yacimientos petroleros ubicados a 500 kilómetros de la desembocadura del Amazonas, argumentando que el mundo seguirá necesitando combustibles fósiles en los próximos años.
Durante un evento en Macapá, capital del estado de Amapá, Lula defendió la importancia de evaluar la viabilidad de estos recursos naturales, señalando que otros países vecinos, como Surinam y Guyana, están aprovechando sus reservas de crudo y obteniendo importantes beneficios económicos.
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"Nadie en este país tiene la responsabilidad climática que yo tengo", aseguró el mandatario, agregando que su gobierno actuará con "responsabilidad y cariño", pero sin prohibir la investigación de los yacimientos marinos.
Un proyecto con respaldo político, pero con oposición ambientalista
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, nacido en Macapá, también participó en el evento y mostró su apoyo total a la exploración petrolera en la región, resaltando que los ingresos por regalías beneficiarían a miles de brasileños.
Por su parte, la estatal Petrobras ha descrito estos yacimientos como de “importante potencial petrolífero”, con capacidad para generar desarrollo económico y mejorar la vida de miles de personas.
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No obstante, el proyecto aún no cuenta con las licencias ambientales necesarias, ya que los organismos de fiscalización del Estado han expresado preocupaciones sobre los riesgos ecológicos que la explotación petrolera podría generar en una zona de alta biodiversidad.
Las críticas han sido especialmente fuertes por parte de organizaciones ambientalistas, que advierten que la exploración y posible explotación de estos pozos podría representar una amenaza para los ecosistemas marinos y el equilibrio ambiental del Amazonas.
Equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad
Lula ha enfatizado que su gobierno no tomará decisiones apresuradas y que se actuará con criterios técnicos y responsabilidad ambiental. Sin embargo, reiteró que Brasil no puede darse el lujo de ignorar una posible fuente de riqueza mientras otros países de la región avanzan en su explotación petrolera.
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El debate sobre estos yacimientos se enmarca en la creciente tensión global entre la necesidad de reducir las emisiones de carbono y la dependencia económica de los hidrocarburos, un dilema que Brasil, como potencia energética y ambiental, deberá afrontar en los próximos años.