Disparos, tortura e información oculta: las revelaciones en el juicio del caso Las Malvinas

En la etapa de juicio, se reveló un chat grupal de los militares, torturas, disparos y más, entorno a la desaparición de Josué, Ismael, Nehemías y Steven.
Desde el 5 de noviembre de 2025, se desarrolla la audiencia de juicio contra 17 militares por desaparición forzada en el caso Las Malvinas. ()
29 nov 2025 , 08:00
Annabell Verdezoto

Han transcurrido tres semanas desde que inició el juicio contra 17 militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) por desaparición forzada en el caso Las Malvinas. La Fiscalía investigó la desaparición de Josué, Ismael, Nehemías y Steven la noche del 8 de diciembre de 2024 tras ser aprehendidos por dos patrullas en la avenida 25 de Julio en el sur de Guayaquil.

Los menores de edad de 11, 14 y 15 años aparecieron muertos en un manglar de la parroquia Taura, el 24 de diciembre de ese año. Sus restos estaban carbonizados y una semana después, las autoridades formularon cargos contra los uniformados que participaron en la detención de ellos.

El caso llegó a etapa de juicio. La Fiscalía ha presentado 26 pruebas testimoniales y periciales y 180 documentos contra los uniformados. Mientras los procesados comenzaron con su defensa. Entre los archivos consta la extracción de la información de los celulares de los militares detenidos.

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En los equipos se identificó un chat grupal denominado Asesoría Jurídica Militar, donde los procesados conversaron sobre lo sucedido el 8 de diciembre. Según los mensajes, tenían que ponerse de acuerdo sobre los hechos. Uno dijo que debían "sostener la verdad, que es que los dejamos sanos y salvos sin agresiones".

Dentro de los chats se evidenció que se reunieron vía zoom para buscar un abogado que los represente y ponerse de acuerdo en los hechos antes de rendir versión. Buscaban además información de la denuncia puesta por las familias de los cuatro menores en la Fiscalía, si en las filas militares había comentarios o si el asunto se manejaba internamente.

Así mismo, hubo desacuerdos entre los uniformados. El subteniente John Z. acusó al resto de tener más información que ni él podía acceder. Comentó sentir que lo querían culpar de todo "cuando no es que nadie sabía". Así mismo, en el chat constan referencias a los informes que les pidieron sus superiores sobre la noche del 8 de diciembre y que "nadie había puesto que disparó" (refiriéndose al subteniente John Z.)

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Dos militares admitieron golpes, insultos, disparos y videos de lo sucedido en Taura

Siete de los 17 militares procesados han testificado en su defensa durante la audiencia de juicio. Dos de ellos son parte del grupo que se acogió a la figura de cooperación eficaz de la Fiscalía. Es decir, acordaron relatar los hechos -como habría ocurrido- y no como inicialmente manifestaron en su versión del 16 de diciembre de 2024.

Nelson S. es uno de ellos. En la audiencia pidió disculpas a las familias de Josué, Ismael, Nehemías y Steven. Contó que recibieron la orden de custodiar un camión de la Aduana hasta el sur de Guayaquil. Al regreso, se encontraron con los cuatro menores a quienes la ciudadanía -según ellos-acusó de robar en la avenida 25 de Julio y los aprehendieron.

Indicó que hubo dos disparos y subió al puente peatonal donde vio que ya dos de los menores estaban aprehendidos. Con los cuatro chicos, subieron a las dos camionetas y se dirigían a la Unidad Policial de Virgen de Fátima, pero tuvieron la alerta de desmanes en un night club, hicieron un operativo de control y se fueron hacia la parroquia de Taura, en el cantón Naranjal.

Indicó que en ese sector (el camino de tercer orden) el subteniente John Z. ordenó a los menores a bajarse de la camioneta y hacer ejercicios. Posteriormente, acusó al subteniente de coger la pistola y disparar a unos 80 centímetros de distancia cerca de la cabeza de uno de los menores. Además de sacar un celular y grabar ocho segundos, cuando supuestamente ponía su bota en la cabeza de uno de los menores.

"El subteniente empezó a quitarles la ropa, les hizo que se quiten la ropa y los obligó a que ayuden a mover el árbol", Nelson S.

El uniformado indicó que cuando llegaron a la Base Aérea de Taura, notó sangre en el balde de una de las camionetas. Algo que se confirmó con Criminalística en la prueba de luminol que dio positivo, según consta en el expediente fiscal. También que en Taura vio siluetas de extraños en el monte.

Algo similar dijo Moisés L. otro de los cooperadores eficaces. Señaló que en el camino, a la altura de la Infantería Aérea, sugirieron dejar a los "pelados ahí", pero que el subteniente dijo que no, que "avancen a Taura, que el conoce una poza". Posteriormente, en Durán, hicieron un operativo de control por cinco minutos y sugirieron al oficial dejar a los menores, pero se negó.

También relató que al llegar a Taura, no sabían a dónde ir y que el subteniente dio indicaciones para avanzar al camino de segundo orden, donde frenaron ambas camionetas.

Moisés L. indicó que tenían a los cuatro menores en el piso y los otros militares empezaron a golpearlos con correas, palos, rama de un árbol. Acusó que todo fue por disposición del subteniente John Z. "Mi subteniente se encarnizó con el más pequeño de todos", expresó.

"Lo hizo arrodillar, le sacó los zapatos, sacó su pistola y disparó. Pensé que lo había matado. Luego otro cabo cogió al mayor de los pelados, como sabe boxear, le pegó", Moíses L.

Fueron ocho minutos de golpes que él contabilizó. Tras su relato, agregó que un teniente coronel, quien grabó las versiones de lo ocurrido la noche del 8 de diciembre, les pidió omitir información de lo que pasó esa noche.

Los otros uniformados que rindieron su versión hasta ahora, se limitaron a decir que aprehendieron a los menores tras la alerta de un robo. Uno negó las declaraciones del cooperador eficaz y reiteró que no hubo disparos ni golpes hacia los menores, a quienes soltaron sanos y salvos en el camino de segundo orden de Taura, a 45 minutos en carro de su casa en el sur de Guayaquil.

Ropa quemada, informes forenses,videos y camioneta con rastros de sangre, entre pruebas de Fiscalía

Entre las pruebas testimoniales, periciales y documentales de la Fiscalía, constan los informes forenses de la autopsia de los cuerpos de los cuatro menores de edad que estaban maniatados. Los médicos legistas confirmaron que se trató de muertes violentas, por huellas de impacto de bala en huesos, cráneos con fracturas y moretones.

Los restos estaban en avanzado estado de descomposición y carbonización. La incineración habría ocurrido después del asesinato.

Así mismo, se analizó la ropa entregada por los militares. Los peritos establecieron que de acuerdo a los videos de las cámaras de vigilancia sobre la aprehensión, las prendas coinciden a las que tenían dos de los menores. Sin embargo, estaban con signos de quemadura.

La Fiscalía reprodujo dos videos clave. Uno de los menores en el balde de la camioneta cuando un uniformado le dijo "agradece que no te pego un tiro". El otro sería en la zona de Taura, cuando estaban en el piso y eran golpeados por los militares. Además de otros audios enviados por los procesados a familiares.

Se espera la reinstalación de la audiencia para el lunes 1 de diciembre, a las 08:30. Los militares continuarán con su defensa.

¿Sabías que?
La Fiscalía estima que el juicio se extienda por tres semanas. Aún faltan 10 militares de testificar y defenderse. Luego, el fiscal da su alegato final y el Tribunal Penal se tomaría una semana en deliberar su resolución.

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