¿Barcelona SC es plataforma para ingresar a la política?
Más allá de lo deportivo, en sus 100 años de existencia Barcelona SC ha servido como una especie de trampolín para que sus dirigentes luego ingresen a la política nacional.
Tiene las cualidades para que un desconocido capte rápidamente la atención: es seguido por amplios grupos de todas las clases sociales, edades y género; tiene hinchas en todo el país y por su relevancia deportiva aparece constantemente en los medios de comunicación.
De esa plataforma que se construyó en el fútbol ecuatoriano, salieron autoridades políticas de alto nivel que incluso llegaron a la presidencia de la república.
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En los últimos 35 años, 8 dirigentes del club incursionaron en la política como Galo Roggiero Rolando quien lideró tres periodos administrativos entre 1967 y 2007, aunque no fueron consecutivos, en ese intervalo fue militante del partido Social Cristiano (PSC), y con su respaldo diputado del Guayas en el congreso durante el gobierno de Jamil Mahuad.
La dirigencia canaria le abrió espacio a Heinz Moeller en 1986 cuando fue presidente. Llegó con experiencia política porque fue diputado pero después de BSC consolidó su carrera siendo ministro, canciller y presidente del congreso en 1994.
El empresario, Isidro Romero Carbo fue presidente de BSC en tres ocasiones. En su primer período, construyó el estadio Monumental; y luego, en 1996, brincó a la política cuando fue diputado nacional por el PSC; y de nuevo en el 2021, cuando se lanzó a la presidencia de la República, pero no ganó.
Para construir el Monumental, Romero tuvo apoyo de una figura de alto perfil en el PSC: Jaime Nebot, quien en esa época era gobernador de Guayas y luego fue declarado presidente vitalicio del equipo.
Nebot intentó ser dos veces presidente de la república y luego llegó a la Alcaldía de Guayaquil: un cargo en el que se quedó 19 años.
Otro presidente de BSC fue Abdalá Bucaram Ortiz, aunque su carrera política comenzó mucho antes y con su partido Roldosista ecuatoriano fue alcalde de Guayaquil en 1984; llegó a la dirigencia de BSC en 1997: el mismo año que también fue electo presidente.
Eduardo Maruri, empresario publicista, también combinó la política con el fútbol. Luego de dirigir la Cámara de Comercio de Guayaquil, fundó su propio movimiento político, UNO, con el cual llegó a la Asamblea Constituyente en septiembre de 2007.
Ganó la presidencia y casi desciende a la Serie B bajo su administración. Desde entonces otras aspiraciones políticas no prosperaron, por ejemplo en 2023, cuando desistió de correr por la presidencia de la República.
El periodista deportivo Alfonso Harb llegó a dirigir al equipo torero en el periodo 2010-20211. Ya tenía un historial político, porque fue diputado del Guayas en el congreso en 2003, pero en 2013, luego de liderar BSC, fue candidato a asambleísta por el PRIAN, de Álvaro Noboa, pero no ganó.
José Francisco Cevallos, que fue arquero del equipo del Astillero y luego Gobernador. En el 2015 pasó a ser su presidente. Aunque se involucró con la política cuando fue ministro de deporte en 2011 en el gobierno de Rafael Correa, continuó en ambos frentes y en 2017, cuando aún estaba en la dirigencia deportiva, fue posesionado, como Gobernador del Guayas.
El último dirigente que pasó del fútbol a la política fue Aquiles Álvarez. Vicepresidente entre el 2019 y 2023 cuando era liderado por Alfaro Moreno. Álvarez forjó su imagen pública en la dirigencia y en el 2023 ganó la Alcaldía de Guayaquil con el auspicio del movimiento correísta, Revolución Ciudadana.