Se cumplen 11 años de la histórica humillación de Brasil 1 - 7 ante Alemania en su propia Copa del Mundo
Hoy, 8 de julio de 2025, se cumplen exactamente once años de una de las noches más dolorosas y, a la vez, históricas del fútbol, el infame "Mineirazo". Aquel 8 de julio de 2014, en las semifinales de la Copa del Mundo organizada en su propia casa, la selección de Brasil sufrió una humillación sin precedentes al caer por un escandaloso 1-7 ante una Alemania implacable, que más tarde se proclamaría campeona del certamen ante Argentina, en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte.
Brasil llegaba a ese encuentro crucial con la inmensa presión de todo un país, buscando regresar a una final de Mundial por primera vez desde 2002, año en que se coronó campeón. Sin embargo, lo hacía sin su máxima figura, Neymar Jr., lesionado. Por su parte, Alemania, un equipo consolidado y acostumbrado a las instancias finales (subcampeón en 2002 y tercer puesto en 2006 y 2010), llegaba invicta y con la moral alta.
El partido comenzó con 58.141 espectadores llenos de expectación, sin saber que serían testigos de una tragedia futbolística. Antes de que el reloj marcara la media hora, el marcador ya reflejaba un increíble 0-5 a favor de Alemania. Thomas Müller abrió la cuenta a los 10 minutos, seguido por Miroslav Klose a los 23, quien con ese gol se convirtió en el máximo anotador en la historia de los Mundiales. Luego, una ráfaga de Toni Kroos (25', 26') y Sami Khedira (29') sentenció el partido en los primeros 29 minutos.
Leer más: ¡Bombazo en la Liga MX! Aaron Ramsey es el nuevo fichaje estrella de Pumas de la UNAM
Las lágrimas y el silencio se apoderaron de las gradas brasileñas, que veían a su equipo completamente desbordado y sin capacidad de reacción. En la segunda mitad, a pesar de que Alemania bajó un poco la intensidad, André Schürrle ingresó y anotó dos goles más (68', 78'), llevando el marcador a un humillante 0-7. El gol de la honra para Brasil llegó al minuto 90, cortesía de Oscar, pero no sirvió para mitigar el dolor de una derrota que se sintió como un luto nacional.
Alemania avanzaría a la final, donde vencería a la Argentina de Lionel Messi para alzar su cuarta Copa del Mundo. Brasil, por su parte, terminaría en el cuarto lugar del certamen.
El "Mineirazo" no solo marcó la historia del fútbol por el abultado marcador, sino también por el impacto emocional que tuvo en una nación que vive y respira fútbol. La revancha alemana, 12 años después de haber perdido la final del Mundial 2002 precisamente contra el Brasil de Luiz Felipe Scolari, fue más que contundente, dejando una herida profunda y un recuerdo imborrable en la memoria del deporte.
También te puede interesar: ¿Marcos Rojo se une a Messi en el Inter Miami? Su salida de Boca es inminente