¿Por qué el FC Barcelona sigue sin jugar en su remodelado estadio Camp Nou?

El Barcelona acumula retrasos en la reapertura del Camp Nou, afectado por problemas de seguridad y contratiempos en las obras, lo que agrava la crisis económica del club.
Imagen tomada el 23 de septiembre del estadio Camp Nou del Barcelona, en proceso de renovación. ()
24 sep 2025 , 15:16
Marco Carrasco

El FC Barcelona cerró el mítico Camp Nou en mayo de 2023 con la expectativa de reabrirlo un año y medio más tarde, en noviembre de 2024. Sin embargo, 16 meses después de la fecha prevista y tras varios plazos incumplidos, el club sigue sin poder regresar a su estadio, lo que aumenta sus problemas financieros.

Los retrasos agravan la crisis financiera del club, que depende de ingresos por turismo, palcos VIP y el contrato con Spotify, actualmente limitado. Además, debe afrontar el pago de intereses de un crédito de 1 450 millones de euros con Goldman Sachs.

El Barça obtuvo el permiso para disputar sus tres partidos ligueros fuera de casa con el fin de disponer de tiempo para avanzar obras y volver al Camp Nou a mediados de septiembre, pero tampoco lo logró.

Tras mudarse del estadio olímpico de Montjuïc, donde el equipo azulgrana jugó durante las dos últimas temporadas, el club se vio obligado a jugar sus dos primeros partidos de local en el Johan Cruyff, con capacidad para apenas 6.000 personas, un aforo propio de un equipo de la tercera división.

PRIORIDAD A LA SEGURIDAD

En los últimos días, los vigentes campeones de España fijaron su objetivo en el choque de liga del domingo contra la Real Sociedad para la reapertura.

Sin embargo, el martes el Ayuntamiento comunicó que el Barça aún no podía obtener el permiso para regresar al Camp Nou, incluso con una capacidad reducida de 27.000 espectadores, porque todavía no hay condiciones para "garantizar la seguridad de todos los que quieran ir al estadio", mientras que el cuerpo de bomberos explicó que existen algunos problemas con las vías de evacuación.

Desde que comenzaron las obras, el club se ha enfrentado a diversos contratiempos.

Dos vestuarios se reconstruyeron dos veces debido a inundaciones. Además, las quejas de los vecinos obligaron a una regulación más estricta de los horarios de trabajo debido a la contaminación acústica y luminosa, mientras que la cuantía de los materiales aumentaba debido en parte a la invasión de Ucrania por Rusia.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

Estos retrasos tienen grandes consecuencias económicas para un club en dificultades desde la pandemia, al no poder disponer de los ingresos generados por una de las principales atracciones turísticas de Barcelona.

Según la prensa española, el club ha firmado diversos préstamos para pagar sus deudas y financiar las obras del Camp Nou. A partir de diciembre debe comenzar a devolver los intereses del crédito de 1 450 millones de euros contraído con Goldman Sachs, evaluados en unos 45 millones.

Y los derechos de explotación por los palcos VIP que el club ha concedido a inversores del Golfo por 100 millones durante 20 años, no han sido validados en las cuentas del club al no estar el estadio operativo.

El gigante del streaming musical Spotify, que en 2022 firmó un acuerdo récord para ver su nombre en las camisetas y en el nuevo estadio, sólo dará cinco millones anuales, en lugar de los 20 acordados, mientras que el campo no pueda albergar un 90% de su aforo.

De ahí que el club tenga urgencia por volver al Camp Nou, aunque sea con una cuarta parte del aforo definitivo (105.000 espectadores). El nuevo plazo es el partido contra el Girona, el 18 de octubre.

LA CUBIERTA, EN 2027

Durante una visita de obras que el club organizó para varios medios, entre ellos la AFP, se pudo constatar el avance de las obras, con dos terceras partes de las gradas reconstruidas (falta el anillo superior), nuevos asientos y más espaciosos, cambio de iluminación, la zona de aparcamientos y un césped que parece apto para jugar.

Pero también queda mucho por hacer. El vestuario del Barça no está finalizado, pero hay dos destinados a los rivales que sí lo están, de modo que el equipo usaría uno de ellos, aunque aún no estén pintados y se observen las tuberías en el techo.

Y la cubierta no se instalará hasta el verano de 2027, por lo que la obra estará finalizada, como pronto, un año después de la fecha inicial.

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