Gabriel Villamil el boliviano que conquistó Quito a punta de goles
De la incertidumbre a la ovación. La historia de Gabriel Villamil en Liga Deportiva Universitaria de Quito es la de un futbolista que pasó de ser una incógnita a convertirse en figura indiscutible del equipo albo. A sus 24 años, el mediocampista boliviano atraviesa el mejor momento de su carrera, siendo pieza clave en la campaña internacional del club.
Villamil fue el gran protagonista de la semifinal de la Copa Libertadores ante Palmeiras, firmando una actuación memorable. Con dos goles en la victoria 3-0 sobre el tricampeón brasileño, el jugador selló una noche que ya es parte de la historia reciente de la ‘U’. Ambas conquistas llegaron con su sello: inteligencia táctica, llegada desde segunda línea y una frialdad notable para definir dentro del área.
Lea: Liga de Quito frena ofertas por Gabriel Villamil y se enfoca en la Copa Libertadores 2025
Su camino en Liga de Quito, sin embargo, no comenzó con el brillo actual. Llegó en enero de 2024 procedente de Bolívar, donde había sido una de las revelaciones de la Copa Libertadores 2023. Pero sus primeros meses en el fútbol ecuatoriano, bajo el mando de Josep Alcácer, estuvieron marcados por la irregularidad y las críticas de la hinchada, que dudaba de su adaptación.
Todo cambió con la llegada de Pablo ‘Vitamina’ Sánchez, quien le devolvió confianza y protagonismo. Liga apostó por su talento y, en 2025, ejecutó la opción de compra por un millón de dólares, una inversión que rápidamente empezó a rendir frutos.
Con Tiago Nunes al mando, Villamil dio el salto definitivo. El técnico brasileño lo adelantó unos metros en el campo, liberándolo para pisar el área rival con frecuencia. Esa libertad transformó su juego: más participativo, más influyente y, sobre todo, más goleador.
En la presente temporada, el boliviano acumula 40 partidos y ocho goles, cifras que lo consolidan como uno de los mediocampistas más efectivos del fútbol ecuatoriano.
De ser una apuesta a convertirse en ídolo, Gabriel Villamil se ha ganado el cariño de la hinchada de Liga de Quito, que hoy corea su nombre como símbolo del carácter y la evolución del equipo albo.