Eduardo Moscoso: El fútbol femenino ahora da espectáculo
La Copa América Femenina, el torneo de fútbol más importante de Latinoamérica, es una vitrina para el talento y una máquina para achicar las brechas entre el balompié de mujeres y hombres, dijo el técnico de Ecuador, Eduardo Moscoso, en una entrevista con la AFP.
La décima edición del certamen, que se desarrolla desde 1991, se disputará en canchas de Quito (a 2.850 metros sobre el nivel del mar) a partir de este viernes y concederá tres boletos para los Panamericanos de Lima 2027 y dos a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Figuras como la legendaria atacante brasileña Marta, la colombiana Linda Caicedo y la argentina Yamila Rodríguez se batirán en suelo ecuatoriano.
El fútbol femenino en los últimos años "ha crecido mucho" en la región y "considero que va a seguir creciendo. El joven talento que existe en Sudamérica es muy bueno y eso ayuda para que las selecciones y los torneos cada vez sean más competitivos", expresó Moscoso.
Empero, el estratega de 46 años reconoció que "los procesos son a largo plazo".
"Lo que necesitamos es trabajar, pero en unos años, yo no sé si en unos cuatro o cinco años, va a cerrarse la brecha", estimó el timonel de la tricolor, que pondrá a rodar el balón en el partido inaugural ante Uruguay.
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Tiempo e inversión
Al frente de un combinado que mezcla "juventud y experiencia", Moscoso confía en dejar en esta Copa América un legado que alimente en su país el interés por el balompié femenino y con ello que mejoren las condiciones de las jugadoras profesionales, cuyos salarios son ínfimos en comparación con los de los hombres.
El entrenador ecuatoriano celebra que la formación de jugadoras "ya no inicia a los 12, 13 años. Ahora comienza a los 5, a los 6. Entonces es obvio que con esa experiencia (...) ya la parte técnica la tienen más depurada".
Opinó que hace falta tiempo e inversión para que el fútbol femenino explote todo su potencial en Sudamérica, dominada de lejos por el balompié brasileño, cuya selección ha ganado ocho de las nueve Copas América celebradas hasta el momento.
Argentina, en 2006, conquistó la restante. Colombia ha emergido como la gran rival de la Canarinha en los últimos años, mientras que los demás combinados aparecen un poco rezagados.
Las anfitrionas nunca han disputado una final en el certamen, con un tercer puesto en 2014, cuando el torneo también se realizó en Ecuador, como su mejor desempeño histórico.
"En estos procesos está involucrada también la empresa privada, los auspicios (...) Cuando llegue más gente a invertir, a creer en los proyectos femeninos, las condiciones van a mejorar para las jugadoras y esta es una lucha de todas las selecciones", sostuvo Moscoso.
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"El fútbol femenino ahora da espectáculo"
Destacó, además, el crecimiento de la afición.
Antes "el fútbol femenino era acompañado por los padres, por los familiares", ahora "hay barras organizadas" porque "el producto es bueno, porque a la final el fútbol femenino ahora da espectáculo", comentó el timonel, quien tomó las riendas de Ecuador en enero tras la renuncia del colombiano Andrés Usme.
Cree que durante la celebración de la competición, hasta el 2 de agosto, habrá "estadios con muchas personas porque a la final el fútbol femenino viene con muchas emociones y los partidos van a ser muy parejos".
En esta ocasión, los estadios del club Independiente del Valle (a las afueras de Quito), Gonzalo Pozo y Rodrigo Paz albergarán los 25 compromisos de la lid.
Argentina y Colombia son las escuadras que más veces han enfrentado en la final a la Seleção, gran favorita al título.
"Son selecciones que tienen mucha tradición, pero en estos torneos cortos nada está dicho, en estos torneos cortos estamos para competir", sentenció Moscoso.