Serrano, ni tan lejos de Correa

12 sep 2025 , 18:00
Carlos Rojas

El testimonio demoledor de un exagente de Inteligencia de Policía, dentro del proceso que la Fiscalía sigue por el crimen a Fernando Villavicencio, demuestra que José Serrano y Rafael Correa nunca estuvieron distanciados.

O lo que es peor, que en la tarea de sobrevivir políticamente y lograr impunidad, ambos personajes tenían que mantener una alianza repulsiva. La tesis del expresidente, en el sentido de que su hombre fuerte lo traicionó por mantenerse cerca del gobierno de Lenín Moreno acaba de pulverizarse. Le hará falta más que un video de tik tok para insistir en su demencia.

Las declaraciones del exuniformado hunden a Serrano en dos momentos clave de la historia reciente de este país.

En 2016, cuando confiesa que el entonces Ministro del Interior requirió sus servicios para seguir a varios políticos y para entregarles cédulas ecuatorianas a integrantes de las FARC y armas a Los Choneros. ¡En términos morochos, el Estado al servicio del terrorismo y las mafias!

En ese año, el correísmo gobernaba el país.

El segundo momento, más siniestro todavía, acerca al país a julio de 2023, cuando Serrano pide al exagente seguir a Fernando Villavicencio, a quien lo acribillaron pocos días después: el 9 de agosto.

Para ese operativo, explica el testigo, Serrano -supuestamente- movió contactos dentro de la Policía para incidir en la caravana del entonces candidato presidencial. Ojo, eran los días finales de la administración de Guillermo Lasso, y este personaje tenía toda la influencia para mangonear a esa institución. Aquí, el testimonio recabado ya ata a Daniel Salcedo.

Muchos podrán decir que estas gestiones del exministro no confirman una cercanía con Correa. Sin embargo, según la declaración que tiene Fiscalía, Serrano advirtió al exagente que el plan, en 2023, era volver al poder. ¿Con cuál candidatura? Con Luisa González.

Es fundamental que Fiscalía y la justicia no pierdan el enfoque en esta fase crucial de la investigación, porque solo de esta manera se podrá sostener esta idea de que el correísmo operó con todos sus alfiles para seguir vigente y volver a Carondelet.

El relato ya no está en suponer que Serrano se alejó de Correa en 2017, luego de la ruptura de Moreno. No, quien verdaderamente destruyó esos planes fue el entonces fiscal Carlos Baca Mancheno, quien en 2018, se atrevió a divulgar la conversación con Carlos Pólit, donde Serrano le preguntaba la manera de bajárselo.

De esa espeluznante conversación, que a Serrano le costó la Presidencia de la Asamblea, ya casi nadie se acuerda. Ahí hay otro hilo conductor.

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