Liga de Quito, sin ‘Vitamina’: un título no alcanza cuando el juego no convence

Pablo Sánchez llegó para ser parte de la historia de Liga de Quito, y lo fue. Pero el fútbol, como el hincha, no vive del pasado. Exige presente.
Pablo Sánchez, quien ha dejado de ser entrenador de Liga de Quito, en una foto de archivo.()
26 may 2025 , 13:11
Marco Carrasco

Por más títulos que se levanten, el fútbol no perdona la irregularidad. Pablo ‘Vitamina’ Sánchez se va de Liga de Quito por la puerta de atrás, apenas seis meses después de haber alzado la Supercopa de Ecuador y de coronarse campeón nacional en 2024.

Se va en silencio, justo antes de un partido clave de Copa Libertadores, y con una fractura evidente con la hinchada. Un final tan abrupto como sintomático de un club que, en su búsqueda permanente de grandeza, no tolera las dudas.

La salida del técnico argentino ocurre en medio de un momento gris: una derrota dolorosa ante Universidad Católica, un nivel de juego poco convincente y un vestuario que parecía cada vez más desconectado del entorno.

Pero quizás lo más llamativo fue su cruce con los hinchas, cuando en rueda de prensa reclamó por los insultos hacia los jugadores y lamentó la falta de respaldo en los momentos duros. En Liga de Quito, esa declaración no cayó bien. Las tribunas se lo cobraron, y el directorio también.

¿Tenía razón en exigir apoyo? Sin duda. El fútbol se gana con goles y se sostiene con procesos, pero también necesita un entorno mínimamente sano para que eso ocurra.

Lo que no midió Sánchez fue el momento: en plena crisis de resultados, señalar al hincha –por más razón que tenga– es un suicidio emocional en un club como Liga. Más cuando la hinchada viene de acompañar procesos ganadores recientes y exige respuestas inmediatas.

Y sin embargo, los números de 'Vitamina' no son menores: 44 partidos, 22 victorias, 12 empates, 10 derrotas y un título nacional. Un 50 % de rendimiento que, aunque no deslumbra, sí muestra eficiencia.

El problema fue que la caída fue rápida. El equipo se volvió predecible, perdió solidez defensiva y dejó de imponer respeto en casa.

El crédito se le acabó a Sánchez con una frase desafortunada y un equipo que, más allá del talento, no encontraba norte.

Ahora Liga de Quito se queda sin técnico a dos días de jugarse la clasificación en Libertadores. Un movimiento que revela lo frágil que se volvió el proceso, pero también lo alto que están los estándares en el club capitalino.

‘Vitamina’ Sánchez llegó para ser parte de la historia, y lo fue. Pero el fútbol, como el hincha, no vive del pasado. Exige presente.

Y hoy, el presente de Liga necesita más que un técnico: necesita reconstruir la conexión emocional con su gente. Esa que, gane o pierda, siempre fue su mejor escudo.

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