Zumbahua atraviesa una oleada migratoria, en lo que va del año mil personas han viajado a Estados Unidos

En la parroquia de Zumbahua hay tristeza, los pobladores dicen que la comunidad ya no está completa.

La zona es turística, pero desde la pandemia el retorno de los visitantes ha sido lento y no han recuperado sus ingresos, por lo que muchos decidieron migrar.

Desde hace dos años, dos mil personas salieron de la zona, la mitad lo hizo durante este año, lo que les apura son las deudas, en la comunidad del Quilotoa, por ejemplo, al menos 80 familias adquirieron préstamos para construir hostales, montar restaurantes y negocios de artesanías, rubros que no han podido cubrir.

Florinda, una artesana de la comunidad se quedó al frente del negocio, su esposo e hijo migraron en enero a los Estados Unidos para pagar 50 mil dólares que aún debe al banco.

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La partida de sus familiares no ha sido fácil, sobre todo porque lo hicieron de forma irregular, tardaron cerca de dos meses para llegar a los Estados Unidos.

Ahora están en Chicago, su esposo consiguió trabajo en la construcción y su hijo en una fábrica de chocolates. No todos cuentan con suerte, Fausto Humaquinga también fue al país del norte, pero volvió porque no consiguió un empleo estable.

Él también tiene una deuda adquirida antes de la pandemia para poner este restaurante, hoy le apuesta a su emprendimiento, dice que lo que vio durante su travesía hace que no valga la pena el riesgo.

Atravesó ocho países para llegar a los Estados Unidos por la misma ruta de otros familiares que también decidieron partir. La migración ha dejado desolación, familias disfuncionales y padres ausentes.

Los que quedan siguen luchando, esperan que la zona se reactive.