Los restos de los niños asesinados en el Guasmo Sur, en Guayaquil, son velados en casa de sus abuelos
La madre de los pequeños aún permanece hospitalizada. Estaba embarazada y tuvo que someterse a una cesárea. Una de las balas también acabó con la vida del feto.
Los restos de las tres niñas y un menor asesinados el lunes 11 de diciembre en su casa, en el Guasmo Sur, en Guayaquil, son velados en el domicilio de sus abuelos, cerca de donde ocurrió la matanza.
De manera preliminar se ha informado que los cuerpos serán sepultados este jueves, pero se espera la confirmación de la Alcaldía de Guayaquil, institución que colaboraría con las inhumaciones.
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Con respecto a la madre de los pequeños, una joven de 24 años, aún permanece hospitalizada y su estado es crítico. Ella estaba embarazada y tuvo que someterse a una cesárea, pues uno de los proyectiles también acabó con la vida del feto.
La matanza de estos cuatro niños, cuyas edades oscilaban entre cinco meses y siete años, ha conmocionado a Ecuador. Las víctimas recibieron decenas de tiros mientras estaban dentro de su casa. La policía confirmó que los sicarios se confundieron de vivienda. El blanco original de los gatilleros era una casa aledaña a la de la familia Pinto Arias.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que se había abierto de oficio una investigación por la masacre, mientras que el Gobierno de Daniel Noboa aseguró mediante un comunicado que "no habrá espacio para la impunidad".
Además de exigir que se capture y se castigue con rigurosidad a los autores de esta matanza, los ciudadanos piden al Gobierno Nacional y a autoridades locales que refuercen los planes para proteger a la población.
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Ecuador atraviesa la peor crisis de inseguridad ciudadana de su historia, con una ola de violencia criminal vinculada a las mafias del narcotráfico y del crimen organizado que han ganado poder en los últimos años.
La tasa de homicidios se ha quintuplicado casi en los últimos cinco años, al pasar de 5,8 a 25,62 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, mientras que algunos expertos anticipan que el 2023 se cerrará con una tasa de 40, lo que pondría a Ecuador entre los países más violentos de Latinoamérica.
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