28 oct 2014 , 04:12

Conozca el 'arca de Noé' de Ecuador

Una granja en los Andes cuenta con más de 100 especies de diferentes especies y países.

Hoy en 'Ecuador Sobre Ruedas', el equipo de Ecuavisa nos lleva hasta la granja "La Estación", ubicada en el cantón Mejía, en la provincia de Pichincha. El lugar cuenta con más de 100 animales traídos de diferentes países de Asia y Europa, aptos para vivir en el páramo. Juan Carlos Aizprúa estuvo en la granja y se encontró con un personaje propio de los Andes ecuatorianos. 

 

El equipo fue recibido por la familia Valarezo Dueñas y el Chagra Frowen Ulloa, encargados de administrar el lugar nombrado en honor al tren que pasa cerca y que cuenta con decenas de animales de diferentes especies.

 

Lo primero que se pudo ver fue una pequeña laguna de patos y ganzos, tiene un cerramiento de madera para evitar el ingreso de animales más grandes. A pocos metros de ahí, están algunas especies de camélidos propios del páramo.

 

En esta granja los animales han sido domesticados para interactuar con los visitantes. Sin embargo, hay otros, como Pepe, una cabra suiza que cuando no está muy a gusto, lo advierte.

 

Pero no todos se enojan cuando ven gente extraña. José Ángel, una avestruz de cinco años nació en la granja y se alimenta de hojas.

 

También hay un caballo inglés de casi dos años de edad que fue entrenado desde pequeño por dos aficionados a los animales de campo.

 

Es tan sorprendente la diversidad de especies en la granja, que se puede encontrar desde una yegua de 1 metro 75 centímetros que fue traída de Bélgica con 9 años de edad, hasta una pony traída hace seis años desde Argentina.

 

Todos ellos puedan convivir en armonía y recibir la visita de turistas de miércoles a domingo, lo que tiene una razón según Frowen, el 'vaquero de los Andes': “El lenguaje de los volcanes se pone de manifiesto mediante muchas actitudes, por ejemplo ahora la mama Tungurahua que nos está explicando algo, pero lamentablemente no lo entendemos”.

 

La granja 'La Estación' es un proyecto que nació hace cinco años para incentivar el contacto entre seres humanos y animales.

 

Evelyn Valarezo, una de sus propietarias, cuenta que las especies que ahí habitan ya se han acostumbrado a la presencia de personas amigables: “Todos comen hierbas, pero cada especie tiene su cuidado especial, tiene una dieta creada justamente para cada una de las variedades, tienen un calendario sanitario propio para cada una de las razas. Esa es la idea, que todos los que vengan acá a la granja, tengan la seguridad o tranquilidad de que pueden compartir con todos sin pasar un mal momento”.

 

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