Lluvias en Bolivia dejan 37 víctimas mortales y 12 772 familias afectadas desde noviembre

Bolivia ha registrado 37 fallecidos y 12 772 familias afectadas durante la temporada de lluvias que comenzó en noviembre del año pasado, según informó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, el jueves pasado.

Novillo proporcionó datos del sistema de monitoreo de Defensa Civil de su despacho, destacando que hasta ahora ha habido 37 víctimas mortales, dos personas desaparecidas y 26 evacuados debido a estos eventos.

Las afectaciones se han extendido a ocho de los nueve departamentos bolivianos, afectando a un total de 74 municipios. El número total de familias damnificadas y afectadas asciende a 12 772. Se considera que las familias damnificadas son aquellas que sufren directamente el impacto de un evento adverso, mientras que los afectados lo sufren de manera indirecta, según las autoridades.

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Además, se reporta que 206 viviendas resultaron afectadas y 456 fueron destruidas debido a inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra.

La temporada de lluvias, que suele comenzar en noviembre y extenderse hasta marzo, ha golpeado particularmente a La Paz en los últimos días, con hundimientos de calles, deslizamientos y crecidas de ríos, afectando caminos y viviendas.

El alcalde de La Paz, Iván Arias, defendió las acciones de su despacho para abordar las emergencias y señaló una inversión de más de 100 millones de bolivianos en labores de prevención entre abril y noviembre de 2023.

En cuanto a las intensas lluvias, Arias explicó que la ciudad ha experimentado una cantidad extraordinaria, superando la precipitación más alta de los últimos 30 años. A pesar de los problemas, aseguró que la ciudad no se ha derrumbado.

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El secretario Municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, Juan Pablo Palma, destacó la presencia de 180 equipos desplegados en toda la ciudad, con planes de llegar a 240 unidades en las próximas 48 horas para atender emergencias.

Se subrayó la importancia de que la población comprenda los riesgos de asentarse en áreas propensas a inundaciones o construir en terrenos inestables.