30 jun 2014 , 05:24

Israel halla muertos a los tres jóvenes secuestrados hace 19 días

Los cuerpos fueron hallados bajo un montón de rocas cerca de la ciudad palestina de Hebrón.

Tras 19 días de angustia, el Ejército israelí comunicó hoy a las familias de los tres estudiantes judíos desaparecidos en Cisjordania el pasado 12 de junio la noticia que no deseaban: sus cuerpos sin vida fueron hallados bajo un montón de rocas cerca de la ciudad palestina de Hebrón.

 

Allí, en una zona agreste entre las aldeas de Halhul y Beit Kahil los soldados habían centrado sus pesquisas tras juntar un puñado de pruebas.

 

La más importante, que dos hombres de esta localidad -uno de los bastiones del movimiento islamista Hamás en Hebrón-, miembros de su brazo armado y antiguos presos en cárceles de Israel- faltaban de su casa desde el mismo día de los hechos.

 

Casi tres semanas después, y tras un amplio operativo en el que han participado miles de soldados y voluntarios y han sido detenidas más de 500 personas -en su mayoría miembros de Hamás- los cuerpos de Eyal Yifrah, Gilad Shaar y Naftali Fraenkel aparecieron en las tierras familiares de uno de los sospechosos.

 

"Fueron encontrados a las 17:00 horas local (14:00 GMT). Estaban sepultados bajo un montón rocas" en un área abierta entre Halhul y la localidad de Beit Kahil, explicó a la caída del sol el portavoz del Ejército israelí, Peter Lerner.

 

"Los cuerpos fueron llevados a una institución forense para la identificación y las familias ya han sido informadas", agregó el oficial, que evitó dar detalles del estado que presentaban los tres cadáveres.

 

Resuelto de la manera más trágica el misterio del paradero, las conjeturas se centran ahora en saber cuándo y cómo fueron asesinados, y los esfuerzos en encontrar a los dos principales sospechosos: Amer Abu Aysha, de 33 años, y Marwan Kawasme, de 29 años.

 

Sus nombres estuvieron en manos de los investigadores desde el principio, pero solo salieron a la luz pública la semana pasada, en medio de críticas al primer ministro, Benjamín Netanyahu, por la falta de avances en la investigación y de pruebas sobra la autoría, que siempre apuntó a Hamás pese a que el grupo nunca lo reivindicó.

 

Los cadáveres fueron hallados en las tierras de la familia Kawasme, después de que las fuerzas de Seguridad arrestaran esta mañana a varios de sus miembros y volvieran a registrar la vivienda.

 

La versión que comienza a extenderse en la prensa local es que los tres estudiantes fueron objeto de una trampa y tiroteados poco después de subirse al coche en un cruce sin vigilancia situado entre la ciudad de Hebrón y el bloque de colonias de Gush Etzión.

 

Así lo indicaría el coche que fue hallado el primer día en la misma zona, y que según informaciones no confirmadas tenía los asientos salpicados de sangre y la carrocería llena de agujeros de bala.

 

"Lo que ocurrió en el vehículo es imposible de saber en estos momentos", explicó esta noche el comentarista del Canal 2 de la televisión israelí Roni Daniel.

 

Otros comentaristas coinciden en señalar que es probable que los captores no tuvieran la intención de llevar a cabo un secuestro con la intención de canjear a los tres por presos palestinos, como ocurrió en 2011 con el soldado Guilad Shalit.

 

Su tesis se cimenta en casos anteriores, en los que los secuestradores dieron a conocer sus demandas poco después de tener a sus víctimas en un lugar seguro.

 

En casos similares a éste la víctima apareció asesinada, algunos años después.

 

La segunda variante a resolver es de índole política y está relacionada con la respuesta que Israel dará a un secuestro y un asesinato del que responsabiliza a Hamás pero también a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por el acuerdo de reconciliación firmado en abril.

 

Nada más confirmarse la noticia, y antes de reunirse con el gabinete de Seguridad, Netanyahu, advirtió a Hamás que pagará por lo ocurrido y volvió a exigir al presidente palestino, Mahmud Abás, que rompa con un grupo al que EEUU y EU califican de terrorista.

 

Hamás, por su parte, cargó sobre Israel de cualquier escalada de violencia y advirtió al propio Netanyahu de que si desata una guerra en Gaza "abrirá las puertas del infierno".

 

"Netanyahu está tratando de voltear la fotografía y debe entender que sus amenazas no amedrentan a Hamás", afirmó el portavoz de este grupo en Gaza Sami Abu Zuhri.

 

Abás, bajo enorme presión pese a haber condenado el secuestro, convocó por su parte al gabinete para analizar la situación y los pasos a dar.

 

Fuentes cercanas al líder palestino confirmaron a Efe que este se puso también en contacto con EE.UU. y la UE para tratar de reducir la intensidad de la respuesta israelí.

 

En este contexto de dolor, la Policía israelí decidió esta noche elevar a nivel tres -de un máximo de cinco- la seguridad y multiplicar su dispositivo en todo el país para evitar represalias, incluidas las de colonos radicales.

 

Desde que los cadáveres fueron hallados, Hebrón -la ciudad más populosa de Cisjordania con más de 250.000 habitantes- está bajo toque de queda, con todos sus accesos sellados y cientos de soldados en busca ahora de los secuestradores.

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