Australia impone polémica medida para evitar ataque de tiburones

Las autoridades del estado de Australia Occidental endurecieron las medidas para evitar los ataques de los tiburones en las playas tras la muerte de un surfista, a pesar de las protestas de ecologistas.

La nueva disposición establece una franja de seguridad un kilómetro de ancho entre la costa de las localidades de Quinss y Warnbro, en los alrededores de Perth, la capital del estado, y otra más al sur, entre Forest Beach y Cape Naturaliste-Prevelly, según la agencia local AAP.

Profesionales con licencia matarán a los tiburones de más de tres metros que entren en esas zonas.

Asimismo, a un kilómetro de las playas y puntos de surf, se colocarán cebos en anzuelos para atraer a los escualos fijados en el suelo marino, que serán vigilados diariamente por pescadores profesionales.

En el caso de producirse el ataque de un tiburón, se desplegará un mayor número de barcos para capturar al ejemplar porque "la seguridad de la vida humana y los bañistas está primero", dijo el presidente del Gobierno de Australia Occidental, Colin Barnett.

Esta drástica medida se adoptó después de la muerte de un surfista en noviembre por el ataque de un tiburón en la región de Margareth River, que elevó a once el número de fallecimientos en los últimos diez años.

El presidente del club de surfistas de Margaret River, Tom Innes, señaló recientemente que las aguas costeras de Australia están pobladas de tiburones blancos debido al estatus de protección que gozan en el país oceánico y apoyó que se sacrifiquen a aquellos que miden más de tres metros de longitud.

Algunos lugareños y expertos opinan que el aumento de los ataques de tiburones está ligado a que hay más bañistas en el agua.

El Ministerio del Medio Ambiente de Australia calculó que había menos de 10.000 ejemplares de tiburón blanco en 1990, año en el que fue incorporado en la lista de especies protegidas, aunque es imposible hacer una evaluación de la población exacta.

El gran tiburón blanco, que llega a medir hasta 5,5 metros de longitud, adquirió fama mundial de asesino en la década de 1970 con la película "Tiburón" dirigida por Steven Spielberg.

Este animal acuático se alimenta de peces y otras especies como rayas, mamíferos marinos, crustáceos y aves marinas.