03 sep 2016 , 07:19

Una multitud para recibir en Ciudad Juárez las cenizas de Juan Gabriel

Para la noche de este sábado 3 de septiembre de 2016 está prevista una misa en la casa del

Cientos de seguidores del cantautor mexicano Juan Gabriel, fallecido el domingo 28 de agosto de 2016 en Santa Mónica (EE.UU.), esperan este sábado 3 de septiembre de 2016, al ritmo de sus canciones, la llegada de sus cenizas procedentes de El Paso, Texas (Estados Unidos).

Desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar familias enteras con sillas y sombrillas para apaciguar los efectos del sol inclemente durante la larga espera.

El objetivo: estar en primera fila para presenciar la misa que esta noche oficiará el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, en la casa del autor de éxitos como "Amor Eterno", "Querida" y "Yo no nací para amar", ubicada en la Avenida 16 de Septiembre.

Aunque la mayoría son juarenses, también han llegado de todos los rincones de la geografía mexicana como Torreón (Coahuila), Monterrey (Nuevo León) y Ciudad de México.

Un grupo de cuatro mujeres pertenecientes a un club de fans del artista llegó hasta la residencia para despedir al "Divo de Juárez", al que vieron en múltiples ocasiones.

Todas presumen las fotos que a lo largo de su vida se tomaron con el intérprete, incluida una de la fiesta de cumpleaños en la residencia del balneario mexicano de Cancún.

"Nosotras admiramos a Juan Gabriel, lo respetamos", dice a Efe una de las mujeres, todas orgullosas de haber formado parte del selecto grupo que participó en aquella velada.
 

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Guillermina Valdés resume lo que piensan muchos de los admiradores de "Juanga", como cariñosamente le llaman los mexicanos: la tenacidad del artista para alcanzar su sueño, pese a los muchos obstáculos que se le presentaron en el camino.

"Tuvo que pasar por muchas cosas como ofensas y malos tratos para llegar hasta donde llegó", dice Valdés al recordar que desde muy joven el artista cargaba cables y ayudaba a los músicos de los salones de baile para que le dieran la oportunidad de cantar.

"Cuando se llega a una meta muy fácilmente" esta se desvanece muy rápido, "él nunca perdió de vista lo que quería, así sufriera o pasara lo que pasara", y encontró en Juárez "a gente que lo cobijó, que lo arropó y lo apapachó para seguir adelante", sostiene.

Mientras sus admiradores entonan sus canciones, llegan a la casa de Juan Gabriel coronas de flores enviadas por sus amigos.

En tanto, los comerciantes no desperdician la ocasión para vender todo tipo de objetos alusivos a Juan Gabriel: tazas, bufandas, camisetas, banderas y vasos tequileros a precios que van de 50 a 250 pesos (2,7 a 13,5 dólares).

Enfrente de la residencia blanca, que ocupa toda una manzana y está protegida por una reja verde, el bar Chevillote hace su agosto. "Hay que cobrar todo", dice Juan Huerta, el dueño del establecimiento, mientras sus trabajadores corren para atender a los admiradores de Juan Gabriel que soportan los 33 grados de temperatura en un ambiente de fiesta, todo por el "Divo".
 

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