06 feb 2014 , 04:08

Se utilizan perros como terapia para internos de cárcel en Sto. Domingo

Los canes tienen la misión de sacar de la rutina a los internos y compartir con ellos.

En el Centro de Rehabilitación de Santo Domingo se realiza terapia con perros para bajar los niveles de ansiedad y estrés que tienen los internos y paliar la carencia afectiva. Este plan piloto desarrollado en la provincia Tsáchila busca replicarse en otros centros del país.

 

 

Los canes acuden cada 15 días al centro, su misión es sacar de la rutina a los internos y compartir con ellos. 

 

“Lo que logras con los perritos, es decir como, un pequeño contacto con la libertad y justamente es bajar los niveles de ansiedad, niveles de agresividad, te ayuda justamente en lo que es cooperación, ayuda al trabajo, lo que es (la relación) guía-interno”, comenta Mauricio Dávila, especialista en perros y mentalizador del programa.

 

La iniciativa que es popular en cárceles de otros países está dirigida principalmente para el pabellón de mediana y alta seguridad donde los  niveles de agresividad de los reclusos son elevados. 

 

“El animal te acepta como eres, seas gordo, seas flaco, estés interno o no estés interno, te acepta como eres y justamente comienzan a florecer esos sentimientos de amor, de amistad, de cooperación y eso lo que te ayuda”, añade Dávila.

 

Según la psicóloga de la institución, Nelly Bermeo, cuando los internos están en contacto con los perros los cambios de  conducta son inmediatos: “Les ayuda a mejorar su nivel de autoestima y a la identificación de lo que ellos son, que aún, pese a que estén privados de libertad, tienen sentimientos y pueden también expresarlo a través de una compañía”.

 

El salto lúdico es una de las actividades que se realizan para bajar los niveles de estrés. A estas se suman otras dinámicas como el juego del frisbee, el de la pelota o cepillar a los canes.  

 

“El hecho de ya salir de la celda y tener que interactuar en este tipo de actividades les hace bajar el nivel de frustración y de tolerancia que ellos tienen. Eso es fundamental y son puntos logrados para su rehabilitación”, señala Bermeo.

 

Luego de una hora de compartir con los canes llega la hora de la despedida. Los internos se separan de sus nuevos amigos esperando que regresen para arrancarles una sonrisa y hacer más llevadero el cumplimiento de su sentencia en el centro de rehabilitación.

 

 

 

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