La defensividad implica el papel de víctima para no asumir responsabilidades, buscando excusas. En vez de resolver el problema, se puede intensificar y la falta de reconocimiento de conflictos que hay en la relación.
Lo recomendable para ir acabando poco a poco con la defensividad es, aceptar las responsabilidades y escuchar antes de dar una respuesta defensiva.
Por último, la obstrucción es cuando alguien de la relación se retira o ignora los conflictos interna de la pareja para no enfrentar los problemas. Es un comportamiento que impide encontrar una solución para el conflicto.
Para este caso, es importante trabajar en reconocer cuando uno se siente abrumado y tomar una pausa en la discusión.
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