En una temporada gris, lejos de los objetivos, el Chelsea de Moisés caicedo se encuentra en el tramo final con Europa a tiro después de apuntarse el derbi de Londres ante el Tottenham (2-0), en crisis, que sufrió su tercera derrota seguida.
Con dos cabezazos, Trevor Chalobah en la primera parte y del senegalés Nicolas Jackson cuando el Tottenham apuntaba a la reacción, el conjunto de Mauricio Pochettino se reencontró con el triunfo tras la derrota contra el Arsenal y el empate frente el Aston Villa, y se situó a solo tres puntos del sexto lugar del Manchester United, con cuatro partidos todavía por disputar.
El sexto equipo del fútbol ingles obtiene acceso a la fase de clasificación (en formato de partido de ida y vuelta) de la recién creada Conference League.
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Es una realidad la opción europea para el Chelsea. Los blues han llegado mejor al tramo decisivo de un torneo plagado de sinsabores y con el proyecto en cuestión. Los malos resultados de los compromisos recientes dieron la espalda al despegue del equipo de Pochettino que ha coincidido con la explosión y el liderazgo asumido por Cole Palmer.
Ha ido a más este joven de 21 años que dejó el Manchester City en busca de protagonismo en el Chelsea. Y lo ha encontrado. El segundo máximo anotador de la Preimer, con solo un gol menos, veinte, que el astro del City Erling Haaland pero con más influencia -nueve asistencias- volvió a ser clave para sentenciar el choque ante los spurs, que carecen de tiempo para la reacción.
Le bastó al Chelsea con un arranque prometedor, eficacia con el gol de Chalobah, resistencia a la reacción de su rival, y talento para la sentencia.
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