La Circasiana, una mansión de la familia Jijón y Caamaño

Un amplio jardín, que ahora es público, da la bienvenida a esta mansión que perteneció al primer alcalde de Quito, Jacinto Jijón y Caamaño, pero fue su padre, Manuel Antonio Jijón, quien inició la construcción en 1904 y encargó para ello al arquitecto alemán  Francisco Schmidt, la intención fue darle un estilo neoclásico.  

La familia Caamaño fue una de las más ricas de finales del siglo XIX, por eso construyeron como parte del palacio una monumental entrada tallada en piedra, que luego fue traslada pieza por pieza hasta el parque del Ejido, donde termina la avenida Amazonas.

Al ingresar a la mansión, se encuentra un amplio espacio, donde en lugar de cristales había una piscina que se cubrió hace no más de 10 años,  pero a un costado, donde eran las habitaciones del primer piso, se encuentran pinturas murales que fueron recuperadas por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, que  utiliza esta mansión para sus oficinas a través de un comodato con el Municipio de Quito, actual propietario del inmueble.