02 ene 2014 , 04:07

2 jóvenes crean el primer laboratorio documentológico del Ecuador

Con avanzados equipos estos hermanos pueden detectar si un documento ha sido alterado o falsificado.

Luego de estudiar Grafología y Documentología durante seis años en Argentina y de especializarse en Europa, Mario y Diego Rodríguez retornaron a su Machala natal donde instalaron un laboratorio documentológico para evitar la alteración y falsificación de documentos. 

 

Los hermanos iniciaron este proyecto motivados por sus padres, dos profesionales del derecho, y por la falta de un centro que pueda determinar mediante investigación científica la alteración de algún documento. 

 

Ellos comentan que los equipos con los que cuentan son de tecnología francesa: “Este aparato nos permite detectar cualquier tipo de adulteración o intento de fraude como un lavado químico, como un raspado”, señala Diego Rodríguez.

 

Con un avanzado sistema, pueden confirmar si una letra de cambio fue llenada luego de que alguien la firmó, como suele ocurrir por los chulqueros; o cuando por necesidad, personas llenan documentos en blanco.

 

“Todos estos equipos logran ver lo que el ojo humano no ve y se puede determinar todo tipo de fraudes”, añade Mario Rodríguez.

 

El presidente de la Corte de Justicia de El Oro, Arturo Márquez, dice que es muy importante contar con un laboratorio de este tipo porque así los fiscales y jueces tendrán la ayuda para realizar un estudio más profundos al contenido de las letras de cambio.

 

“Contribuyen a que el juez se acerque a la verdad y desde mesa óptica evidentemente se va a resolver con mayor certeza”, comenta el funcionario.

 

El laboratorio de documentología y grafología cuenta con un examinador visual que por medio de diferentes luces verifica la autenticidad del documento. También evidencia las firmas y los tipos de tinta con los que fueron llenados los documentos. 

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