03 jun 2015 , 03:05

60 mil armas de fabricación artesanal serán retiradas a empresas de seguridad

Revólveres artesanales son los más usados por empresas de seguridad.

Sesenta mil armas de fabricación artesanal serán retiradas de las empresas de seguridad privada a escala nacional, esto luego de que el Ministerio de Seguridad Interna determinara que este tipo de armamento nacional tiene fallas debido al tiempo de fabricación.

 

Marco Cárdenas, jefe de control de armas en Guayas, asegura que en 90 días, las Fuerzas Armadas decomisarían el arsenal, a las empresas a las cuales se les anulen los permisos de tenencia y porte de armas.

 

"Luego de un estudio realizado, se determinó que esas armas ya no cumplían con las seguridades que en algún momento tuvieron, razón por la que deberían salir de funcionamiento".

 

Según el informe, las armas más utilizadas por las empresas son revólveres artesanales y por su constante uso empiezan a presentar fallas en el gatillo, percutor e incluso en el tambor donde se almacenan las balas que podrían ocasionar accidentes durante su manipulación por parte de los guardias.

 

Punto de vista compartido por el gremio que agrupa a las compañías de seguridad. Sin embargo, los socios se muestran preocupados porque la disposición podría dejar sin empleo a 60 mil personas, quienes usan las armas.

 

El presidente de la Asociación de Empresas de Seguridad, Jorge Villacreses, asegura que se les debe dar alternativas para remplazar el armamento, ya sea permitiendo la importación de armas, la reducción de impuestos, e incluso postergar el inicio de los operativos.

 

"En el momento en el que no podamos dar un servicio con guardias armados, van a retirar los servicios de nuestras empresas, creando un caos social porque se van a quedar en la calle alrededor de 60 mil guardias, estableciendo que más del 60% del armamento que tenemos las compañías de seguridad son armas de fabricación nacional". 

 

También consideran que el Estado puede importar las armas y distribuirlas a las empresas, a través del proceso de chatarrización para verificar la destrucción de los revólveres obsoletos, por lo pronto esperan que las autoridades analicen cada una de sus propuestas.

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