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Warren Hill tiene 54 años y lleva 24 en el corredor de la muerte.
Warren Hill tiene 54 años y lleva 24 en el corredor de la muerte.
La oficina de indultos de Georgia, en el sudeste de Estados Unidos, se negó el martes a conmutar la pena de muerte a un hombre con retraso mental cuya ejecución está prevista en las próximas horas.
A menos que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie en contra en el último momento, Warren Hill, cuya discapacidad mental ha sido atestiguada por numerosos expertos psiquiátricos, debe recibir la inyección letal a las 19H00 locales (00H00 GMT del miércoles) en la penitenciaría de Jackson. Su ejecución ha sido aplazada varias veces.
La Constitución estadounidense prohíbe la ejecución de discapacitados mentales, pero cada estado tiene leyes diferentes a la hora de reconocer el retraso mental y Georgia es uno de los más estrictos en ese sentido.
Warren Hill tiene 54 años y lleva 24 en el corredor de la muerte. Fue condenado a la pena capital tras matar a un prisionero con una plancha de clavos en 1990, cuando purgaba ya una cadena perpetua por el asesinato de su pareja.
En un comunicado el martes, la oficina de indultos anunció "haber examinado el lunes el pedido de clemencia de los abogados del condenado Warren Lee Hill" y haber "votado a favor del rechazo de esta clemencia". El texto no detalló las razones.
El abogado del condenado, Brian Kammer, aseguró que "la oficina de indultos perdió la posibilidad de rectificar un grave error".
"Ahora queda en manos de la Corte Suprema garantizar que se impida la ejecución inconstitucional de un hombre discapacitado intelectualmente", añadió.
En 1986, la Corte Suprema de Estados Unidos prohibió la ejecución de personas dementes, en virtud de la octava enmienda de la Constitución que prohíbe "el castigo cruel e inusual".
Desde el año 2002, se considera que las personas con deficiencias mentales no pueden ser ejecutadas porque su condición "hace correr el riesgo de realizar una ejecución arbitraria".
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