20 nov 2014 , 07:23

Obama saca de la sombra unos cinco millones de inmigrantes indocumentados

Los indocumentados que tengan hijos con nacionalidad estadounidense podrán evitar la deportación.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará este jueves un paquete de medidas que permitirán regularizar la situación de unos cinco millones de inmigrantes indocumentados, informó la Casa Blanca.

 

El histórico conjunto de medidas representa un alivio en el corto plazo para casi la mitad del enorme contingente estimado en 11,2 millones de inmigrantes no autorizados que residen en Estados Unidos.

 

Obama se decidió por la firma de los decretos ante la incapacidad de la cámara baja del Congreso, la Cámara de Representantes, de discutir y votar un proyecto de reforma migratoria que fue aprobado por el Senado en 2013.

 

La parte más importante del programa a ser presentado por Obama es la que brinda a indocumentados que tengan hijos con nacionalidad estadounidense o con permiso de residencia la posibilidad de legalizarse, a fin de obtener un permiso de trabajo temporal y evitar la deportación.

 

Unos cuatro millones de inmigrantes indocumentados podrían regularizar su situación sólo con esta medida, según la Casa Blanca.

 

Obama también anunciará la flexibilización de los criterios para el programa Acción Diferida para Llegados en la Niñez (DACA, en inglés), originalmente adoptado en 2012, para aumentar la cantidad de beneficiarios.

 

Originalmente, el DACA ofrecía una vía de regularización a jóvenes que hubieran llegado a Estados Unidos a la edad de 16 años o menores y antes de junio de 2007.

 

De acuerdo con la Casa Blanca, el nuevo paquete elimina el límite de edad, y mueve la fecha máxima de ingreso al país de junio de 2007 a enero de 2010.

 

Callejón sin salida

 

La adopción de una completa reforma de todo el sistema migratorio era una promesa central en la campaña de Obama para su reelección, en 2012.

 

La propuesta motivó entonces una movilización pocas veces vista de la comunidad hispana en Estados Unidos, que resultó fundamental para que Obama consiguiera un segundo mandato presidencial.

 

Pero el camino legislativo no arrojó ningún resultado, como todas las intentos similares en el país desde 1986, cuando el entonces presidente republicano Ronald Reagan impulsó la última gran oleada de regularización de inmigrantes no autorizados.

 

Obama había anunciado a inicios de este año su determinación de usar sus atributos como presidente del Ejecutivo para firmar decretos en caso de que la Cámara de Representantes no procediera a discutir y votar una ley al respecto.

 

En un primer tiempo postergó esa decisión para fines del verano boreal y luego resolvió dejar la firma para después de las elecciones legislativas, que se realizaron el pasado 4 de noviembre.

 

Con la sólida victoria del opositor Partido Republicano, Obama se convenció de que el Congreso no actuaría y determinó la preparación de los decretos, ante la furia de los líderes republicanos.

 

"Todo el mundo está de acuerdo en que nuestro sistema migratorio ha fallado, lamentablemente Washington permitió que el problema se prolongara durante demasiado tiempo", señaló Obama en un discurso distribuido por la Casa Blanca en la red social Facebook.

 

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