28 may 2016 , 08:36

Protestas en Brasil contra violación colectiva de una joven

La chica de 16 años fue violada el pasado sábado por al menos 30 hombres.

Los brasileños salieron a las calles en varias ciudades para manifestarse en contra de la violación de una joven de 16 años por parte de al menos 30 hombres y en contra de los intentos de criminalizar a las víctimas.

 

En Río de Janeiro, ciudad donde ocurrió la agresión sexual, un grupo de unas 200 personas, en su mayoría mujeres, se concentró este viernes 27 de mayo de 2016 frente a la Asamblea Legislativa, con carteles de rechazo a las violaciones, con lemas como "Cuando digo no, es no" y "no a la cultura de la violación".

 

En Sao Paulo, un grupo de manifestantes empapeló un muro en los accesos del Museo de Arte de Sao Paulo (Masp) con mensajes contra la violencia machista y reclamando que los hombres tengan "respeto" hacia las mujeres, se vistan como se vistan.

 

La joven de 16 años fue violada el pasado sábado por al menos 30 hombres en una favela del barrio carioca de Praça Seca, que se encuentra cerca de las instalaciones de los Juegos Olímpicos del próximo agosto, a mitad de camino entre el Parque Olímpico y el estadio de atletismo.

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La violación fue grabada por los agresores y difundida en redes sociales, a pesar de lo cual, todavía no se han realizado arrestos aunque la Policía ya identificó a cuatro sospechosos.

 

En Brasil se registraron 47.636 violaciones en 2014, según datos oficiales recopilados por la ONG Foro Brasileño de Seguridad Pública, aunque se teme que el número de agresiones sexuales puede ser muy superior, porque en muchos casos no se denuncian.

 

En Río de Janeiro, uno de los estados de Brasil en el que se cometen más agresiones sexuales, se denunciaron 1.543 violaciones entre enero y abril de este año, una media de 12,7 casos por día, según datos del Instituto de Seguridad Pública regional.

 

El caso de la violación colectiva ha conmocionado al país y ha generado el rechazo de la sociedad, de la ONU, de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, y del mandatario interino, Michel Temer. 

 

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