Ministro de Brasil cree que se resolverá la controversia por cuentas del gobierno

El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, aseguró el jueves que el rechazo de la auditoría a las cuentas de su gobierno puede resolverse y es una muestra de la transparencia de las instituciones.

"¿Se preguntan si puede haber áreas oscuras (en las cuentas)? Puede haber habido una infracción con respecto a los préstamos que le está dando el sector bancario al gobierno", dijo Levy en un foro de la asamblea del FMI en Lima.

"En Europa también este ha sido un problema y se resolvió", añadió.

"Lo que este proceso muestra es el extremo cuidado con la forma en que el gobierno usa sus instrumentos" de control, explicó el ministro.

La auditoría de Brasil rechazó el miércoles la rendición de cuentas del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff en el ejercicio 2014, un hecho que no ocurría desde 1936, en otro duro revés para la mandataria y que alienta a las fuerzas opositoras que buscan iniciarle un juicio político.

El Tribunal de Cuentas del país objetó los gastos, señalando que se habían maquillado los números para mejorar el resultado fiscal y que habían detectado distorsiones en la administración de fondos por hasta 106.000 millones de reales (27.390 millones de dólares al cambio actual).

"En Brasil tenemos instancias fuertes y muy transparentes de control público", agregó el ministro. 

En el panel, fue consultado sobre si este hecho puede atizar los pedidos de impeachment de Rousseff, en medio de la inestabilidad política y económica que vive la séptima mayor economía del mundo.

"No lo sé", sostuvo Levy. "En democracia es común que estos temas se conviertan en una impugnación", agregó.

"Son las democracias, nos puede gustar o no, lo importante es que tenemos que superar esto y ser claros. Nuestro principal desafío es cómo nos adaptamos a los cambios en la economía mundial y tenemos que enfocarnos en eso", explicó. 

El ministro de Hacienda de Brasil participa en Lima de la reunión anual de gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). 

El FMI espera que Brasil se contraiga un 3% en 2015 y un 1% en 2016, golpeada tanto por la crisis económica global, que ha derrumbado el precio de las materias primas, y por problemas políticos internos, que también ha depreciado su moneda.