05 jun 2015 , 07:04

Tribus aisladas del Amazonas en peligro de colisión con la sociedad moderna

Las tribus amazónicas están amenazadas por la deforestación y enfermedades.

Amenazados por la enfermedad y la deforestación, los últimos pueblos indígenas aislados del mundo, que viven en el Amazonas, están en curso de colisión con la sociedad moderna como nunca antes, advirtieron los expertos.

 

Tribus enteras están a punto de ser borradas de Perú y Brasil, según una serie de artículos publicados esta semana en la revista Science.

 

"Estamos en el umbral de una gran extinción de culturas", dijo Francisco Estremadoyro, director de la ONG con sede en Lima ProPurus, citado en inglés en el texto.

 

"No hay dudas de que éste es un momento histórico", señaló.

 

Si bien es difícil saber con precisión qué es lo que sucede en las tribus remotas, los investigadores dicen que hay cada vez más encuentros peligrosos con personas modernas.

 

Ello se debe no sólo al riesgo de violencia. Enfermedades comunes como la gripe o la tos ferina, transmitidas accidentalmente por madereros, equipos de noticias, narcotraficantes o antropólogos que tienen la mejor de las intenciones, pueden ser aún más mortíferas.

 

En un caso, un collar que dejó un investigador alemán hace décadas fue acusado por los pobladores del alto río Curanja de estar envenenado. Poco después se descubrió que 200 personas habían muerto de dolor de garganta y fiebre.

 

"Estábamos muy débiles y algunos se desvanecieron en la selva", recordó Marcelino Pinedo Cecilio, quien creció plantando papas y maíz y cazando con flechas de bambú.

 

Pinedo recuerda la ocasión en que huyó corriendo junto a su madre porque habían visto personas del mundo exterior por primera vez, en los años 1950.

 

Si bien hay otras regiones del mundo (como las montañas de Nueva Guinea y las islas Andamán en el océano Índico) donde también viven pueblos remotos, "de lejos la mayor cantidad de ellos se encuentran en el Amazonas", señaló el informe de Science.

 

"Y en Perú la situación es más grave", añadió. Los expertos creen que hay 8.000 pobladores dispersos en pequeños grupos en la selva tropical.

 

El gobierno peruano ha destinado tres millones de hectáreas de tierra protegida, pero esto podría no ser suficiente.

 

"Ha habido un aumento en los avistamientos e incursiones, tanto en Perú como en Brasil, y esto puede ser señal de que están emergiendo algunos de los últimos pueblos aislados de la economía mundial", señaló el informe.

 

 

100 millones de muertos

 

La colisión de culturas comenzó en 1492, con la llegada de Cristóbal Colón a América. El encuentro mató a entre 50 y 100 millones de nativos, recordó Science.

 

Pero ni la tecnología moderna ni el conocimiento actual pueden ser suficientes para evitar el aniquilamiento de aún más indígenas, sobre todo debido a las enfermedades a las cuales los habitantes de estas tribus no son inmunes. Además, a medida que avanza la globalización, los pueblos nativos tienen cada vez menos selva para encontrar sus alimentos, medicina y materiales.

 

Las tribus aisladas "son de los pueblos más vulnerables del mundo", dijo Beatriz Huertas, antropóloga con sede en Lima.

 

En Brasil, donde los expertos observaron con horror que entre 50 y 90% de las tribus desaparecieron por enfermedades tras encuentros con el mundo exterior en los años 1970 y 1989, el gobierno hace lo que puede para detener todo contacto a menos que estos sean absolutamente necesarios.

 

Pero si bien la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de Brasil se ha convertido en un modelo a seguir para la región, algunos dicen que este gigante económico mundial es demasiado vasto para ser dominado. Los constructores se internan cada vez más en el Amazonas, excavando minas y montando represas, oleoductos y carreteras.

 

Entre 1987 y 2013, la FUNAI ha hecho contacto con cinco grupos. No obstante, en los últimos 18 meses, tres tribus buscaron contacto por voluntad propia: los xinane, los koruba y los awa guaja.

 

En un caso, cuatro hombres xinane entraron a un pueblo y se llevaron machetes, cacerolas y ropas, que pueden ser fuentes de múltiples infecciones.

 

Hasta ahora, la FUNAI contabiliza 26 grupos indígenas aislados en Brasil y supone que puede haber otros 78 escondiéndose o huyendo de la sociedad moderna.

 

Pero esta organización está peligrosamente escasa de personal y de financiamiento. Tiene dos equipos especializados, pero necesitaría 14 --según imploran sus miembros--. En medio de este panorama, los expertos aseguran que los contactos con tribus aisladas seguirán en aumento.

 

"La FUNAI está muerta", dice el etnógrafo brasileño y exempleado de la FUNAI Sydney Possuelo, citado en inglés en el texto. "Pero nadie lo ha dicho y nadie celebró un funeral".

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