02 may 2014 , 03:39

La versión ecuatoriana del héroe peruano que murió en Quebrada Seca

Perú nombró hace dos semanas una parte de su espacio aéreo en honor al capitán José Quiñones.

En la guerra de 1941, uno de los puestos ecuatorianos bombardeados por el Perú fue el de Quebrada Seca. Allí, según la historia peruana, fue derribado el avión en que se trasladaba el capitán José Quiñones, con cuyo nombre se bautizó al espacio aéreo de esa nación. Pero como toda historia, tiene dos versiones.

 

Ahí solo quedan 20 casas y son pocas las referencias que dan cuenta de que se trata de territorio ecuatoriano. Dependiendo de quien lo cuente, en esta parte de la frontera sur han ocurrido hechos de los que no queda ya mayor rastro, aunque sí algunas historias, pero siempre la memoria.

 

Era 1941 y según el Perú, la Fuerza Aérea de su país los defendía de una invasión ecuatoriana. Una flotilla realizaba un bombardeo a este poblado que en ese tiempo era un lugar importante para el comercio. En eso estaban, cuando la nave del teniente José Abelardo Quiñones fue alcanzada por fuego de artillería y él decidió inmolarse estrellándose contra el objetivo.

 

Por eso a Quiñones lo conocen como héroe, lo elevaron al rango de capitán y desde hace dos semanas el espacio aéreo de ese país lleva su nombre. El Congreso peruano había bautizado al cielo y Humberto Serna, deja por un momento la fumigación de su hacienda en territorio del Perú para contar la historia que le heredaron: “Este es el cielo de Quiñones, aquí lo bombardearon”.

 

Del otro lado del río, en Ecuador, Ricardo Mogollón cuenta que los tiempos de la guerra fueron difíciles, que la zona quedó vacío, que se fueron hasta Puyango huyendo de la violencia. “Nací aquí, fui criado y envejecido también... Perú se metió aquí, echaron candela a las casas cuenta mi mamá, todito eso ha sido pura casa para arriba, lo quemaron todo, vacas, chivos, chanchos, gallinas, todo se llevaron los peruanos”.

 

Ramón Silva nos lleva hasta el monumento del mayor Galo Molina, quien con pocos hombres, mal armados le hizo frente al ejército peruano. Él no se acuerda de mucho, han pasado 73 años de ese conflicto.

 

Samuel Fernández, presidente de la comunidad de Quebrada Seca, cuenta que ha escuchado los dos lados de la misma historia y que hay algo que no le cuadra: “No le dispararon en Quebrada Seca, a ese avión le dispararon por Carcabón y cayó por aquí”.

 

En Carcabón, una parroquia no mucho más grande, Enrique Amores comenta que tenía cinco años cuando sucedió lo del avión Quiñones, y que hasta donde conoce, la historia no es como la cuentan del otro lado: “Fue derribado por el teniente Luis Estrada Pantoja, él se salió de una planta de achote... Le disparó con un fusil mauser corto”.

 

El héroe peruano cayó en un maizal, y el militar que lo derribó también es un héroe en este pueblo, en su honor no han bautizado ningún cielo, su nombre se lo pusieron a una calle.

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