24 dic 2013 , 09:56

La importancia de disminuir el consumo de bebidas azucaradas

Las bebidas azucaras aportan calorías vacías, es decir, sin nutrientes.

La enorme cantidad de personas con sobrepeso alerta a las autoridades de salud a sugerir limitar el consumo de bebidas azucaradas.

 

Estas infusiones proporcionan grandes cantidades de calorías vacías que no aportan nutrientes, lo que está asociado al incremento del riesgo de padecer diabetes.

 

Por eso, la cartera sanitaria nacional sugirió en el comienzo del verano, reducir el consumo de estas bebidas para evitar futuras complicaciones en la salud, e hidratarse con agua segura.

 

El exceso de peso se observa también en los jóvenes de entre 13 y 15 años, donde uno de cada tres presenta exceso de peso y casi el 6 por ciento padece obesidad, tal como lo revela la Encuesta Mundial de Salud Escolar 2012 (EMSE) recientemente presentada por la cartera de salud.

 

"Existe mucha evidencia científica que muestra que estas bebidas no producen saciedad, por lo que su alto consumo no disminuye la ingesta de otros alimentos y, además, se incorporan calorías vacías que no aportan nutrientes.

 

El funcionario agregó que "también existen pruebas que relacionan el consumo excesivo de bebidas azucaradas con un incremento del riesgo de diabetes".

 

"Si bien la ingesta de bebidas azucaradas entre los jóvenes encuestados se redujo en un 6,1 por ciento respecto del año 2011, debemos redoblar esfuerzos para que los kioscos escolares ofrezcan agua y bebidas en sus variantes sin azúcar".

 

Investigaciones de mercado a nivel internacional mostraron que Argentina es uno de los países que lidera el consumo mundial de gaseosas en el comercio minorista, entre los que se encuentran supermercados, almacenes y kioscos.

 

Además, estos productos son incluidos en la alimentación de los niños cada vez más frecuentemente y a edades más tempranas, lo que puede llevar a una disminución del consumo de leche que puede derivar en una deficiencia en la ingesta de calcio.

 

Algunas de estas bebidas contienen entre sus ingredientes jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), un endulzante líquido alto en calorías, creado a partir del almidón de maíz.

 

El mismo es utilizado porque "es una alternativa más barata que el edulcorante de caña de azúcar, conserva por más tiempo el producto, suaviza la textura y retiene la humedad de los alimentos", explicó la nutricionista Paola Bichara, del equipo del Plan Argentina Saludable.

 

En la misma línea, Bichara destacó que "algunas investigaciones internacionales consideran que un consumo elevado de jarabe de maíz es un posible factor de riesgo en el desarrollo de la obesidad, el aumento de los niveles de triglicéridos, el colesterol y la hipertensión arterial".

 

Además de gran cantidad de azúcar, algunas gaseosas contienen ácido fosfórico y ácido cítrico, lo que produce pérdida del esmalte dentario sin necesidad de que haya bacterias en la boca, un fenómeno que se conoce como "erosión" y produce mucha sensibilidad.

 

En esa línea, el Ministerio recomendó evitar el consumo de gaseosas y no colocarlas en la mamadera del bebé para que las consuma a cualquier hora, y señaló que si se ingieren gaseosas, luego hay que hacerse buches con agua para disminuir la concentración de azúcar y la acidez.

 

Asimismo, sugirió no cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir gaseosas o cualquier dulce, si no esperar 20 minutos, porque favorece la erosión del esmalte.

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