21 dic 2014 , 03:53

Milli Vanilli, el mayor fraude de la música

Sus temas se volvieron populares en todo el mundo, pero no eran ellos quienes cantaban.

Uno de los mayores fraudes de la industria musical dejó al descubierto al conocido dúo de los 90', Milli y Vanilli. El portal chileno Guiteca recopiló la historia en torno a este fraude que desestabilizó al mundo del espectáculo durante una década. 

 

Fabrice “Fav” Morvan y Rob Pilatus, en la segunda mitad de la década de los 80’, eran dos jóvenes negros que se ganaban la vida como bailarines acompañantes de la cantante pop Sabrina Salerno. En 1988, durante una de las presentaciones de esta artista italiana, ambos conocieron al productor alemán Frank Farian quien, impresionado por las condiciones danzísticas y la buena facha de los dos amigos, decidió patrocinarlos como un nuevo dúo pop. El dúo, por cierto, se llamaría Milli Vanilli e interpretaría sólo temas en inglés.

 

Pero había un pequeño problema. Morvan y Pilatus no componían música, no tocaban ningún instrumento y tampoco cantaban. Sin embargo, esa situación no amedrentó a Farian, quien buscó a diversos artistas (Charles Shaw, John Davis y Brad Howell, que eran buenos músicos y cantantes pero no tenían un atractivo físico marqueteable) para que ejecutaran y cantaran diversas grabaciones musicales. La idea era simple: estos artistas permanecerían en el anonimato y en su lugar (tanto en los videos como en las presentaciones en vivo) se presentarían Fabrice Morvan y Rob Pilatus porque, a juicio de Farian, tenían una “imagen mucho más atractiva”.

 

El primer disco de Milli Vanilli, “All or nothing”, fue lanzado el mismo año 1988 y alcanzó de inmediato los primeros puestos en los charts musicales de diversos países europeos, como Gran Bretaña y Alemania. En la carátula del disco aparecían tanto Morvan como Pilatus, pero no se especificaba quien interpretaba los temas.

 

Estrellato mundial

La buena recepción del disco les significó un contrato con Arista Records, una importante casa discográfica norteamericana, que les produjo su segundo L.P.: “Girl, you know it’s true”. Este nuevo disco, que contenía una nueva versión de los temas más populares del disco anterior y varios temas nuevos, alcanzaría el disco de platino por sus millonarias ventas. La canción que daba título al álbum llegó a la cima de los puestos de popularidad en EE.UU y lo mismo ocurrió con otros singles que el dúo grabó especialmente para el mercado estadounidense ( “Baby Don’t Forget My Number”; “Girl I’m Gonna Miss You” y “Blame It on the Rain”, que alcanzaron el puesto número 1 de las listas a lo largo de todo el año 1989).

 

Pero a fines de ese año ocurrió el primer percance. Mientras el dúo presentaba sus temas en un concierto para la cadena MTV en Connecticut, el playback del tema “Girl you know it’s true” falló imprevistamente (Se comenzaron a repetir los primeros acordes y la estrofa de la canción, mientras los cantantes continuaban su acto normalmente). Al darse cuenta de la falla técnica, Morvan y Pilatus no tuvieron más remedio que retirarse -bastante avergonzados- a sus camerinos.

 

Ese incidente encendió las primera sospechas. Además, no eran pocos los periodistas que se preguntaban cómo estos cantantes europeos (francés y alemán) pronunciaban tan bien el inglés cuando cantaban, si en las entrevistas que concedían apenas podían hilar algunas frases coherentes en ese idioma.

 

El segundo disco del grupo, al contrario del primero, mostró de manera explícita los nombres de Morvan y Pilatus en la portada del disco como cantantes de los temas. Pero, en diciembre de 1989, el solista Charles Shaw cometió la primera infidencia: le confesó al periódico neoyorkino Newsday que él era el verdadero solista del grupo y que Pilatus y Morgan eran sólo unos simples impostores.

 

Pese a esta quemante declaración, en febrero de 1990 Milli Vanilli ganó un premio Grammy al Artista revelación del año, lo cual acrecentó su fama a nivel mundial. Ese mismo año recibieron también el premio American Music Awards por haber vendido casi diez millones de discos en 1989. Pilatus, ensoberbecido por el éxito repentino y el dinero, incluso se daría maña para confesar en la revista Time que el dúo tenía más talento que artistas como Paul McCartney, Mick Jagger o el mismísimo Bob Dylan.

 

En el mismo año 1990 las sospechas de fraude se agudizarían, especialmente cuando se advertían las frecuentes discrepancias entre las voces de los dos cantantes y el playback de las presentaciones en vivo. Morvan y Pilatus, bastante nerviosos por esta situación, comenzaron a presionar al productor Frank Farian para que usara sus propias voces para las canciones del próximo álbum del dúo.

 

Se descubre el fraude

Farian, quien se encontraba temeroso de hacer el ridículo si lanzaba un tercer disco usando las verdaderas voces de Morvan y Pilatus, no soportó el asedio del dúo y el 12 de noviembre de 1990 prefirió confesar públicamente toda la verdad: los vocalistas Fab Morvan y Rob Pilatus no eran los reales cantantes de Milli Vanilli y sólo se limitaban a ofrecer su imagen en la cubierta de los discos y en los escenarios. Cuatro días después de esta confesión, y tras una fuerte presión de la prensa estadounidense, a Milli Vanilli se les quitó el premio Grammy que habían conseguido sólo nueve meses antes. El sello Arista Records, en tanto, borró inmediatamente todo álbum de Milli Vanilli de sus catálogos.

 

En 1991 Frank Farian quiso relanzar la carrera de Morvan y Pilatus con el nombre de The Real Milli Vanilli, pero el disco que lanzaron (irónicamente llamado “Moment of Truth” o “El momento de la verdad”) fue recibido con indiferencia. Dos años después, la pareja original volvió a probar suerte interpretando realmente sus canciones con el nombre de Rob & Fab, pero este nuevo intento también fue un rotundo fracaso: apenas vendieron dos mil copias, una cifra ridícula comparada con sus millonarias ventas de antaño.

 

En 1998, Frank Farian planeó retornar el trabajo musical con Morvan y Pilatus, para que ambos grabasen un disco de pop con sus voces reales. Pero el plan se frustró luego que Rob Pilatus muriera por una sobredosis de fármacos en Alemania (se dice que se convirtió en un adicto a las drogas como consecuencia del escándalo musical de 1990).

 

En la actualidad, la inaudita historia de Milli Vanilli inspiró la ópera experimental “WOW”, que se representó en Nueva York y que representa distintos momentos de la historia del dúo musical: desde sus comienzos artísticos hasta el problema técnico en el escenario que develó que la banda hacía “playback”, o la rueda de prensa en la que los cantantes se vieron obligados a devolver el premio Grammy. Una historia de fraude que, con la muerte de Rob Pilatus, se convirtió en una verdadera tragedia.

 

Video oficial Milli Vanilli “I’m gonna miss you”:

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